54. Cocinando juntos

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JAJAJAJAJAJA ESE GIF.

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—Pasame la harina—dije tomando un bol grande de la alacena. Cameron abrió torpemente la harina, esparciando un poco de ella sobre su remera gris. Ambos reímos y tomé el paquet de harina—¿Cuanto debería poner?—le pregunté mordiendome la uña de mi dedo indice. Cameron se alzó de hombros e hizo que volcara toda la harina dentro del bol.

Bueno, la mayor parte. 

Había harina esparcida por la mesada, sobre mis zapatillas y el piso. 

—Ups—dijo Cameron con el paquete vacío en la mano, mirando al piso divertido.

—Ya, disuelve la levadura en agua caliente—dije mientras buscaba la sal, el aceite y una jarra. Dejé todo menos la jarra y la llené con agua del grifo. Volví a la mesada y miré a Cameron, quién mojaba el dedo en la levadura recién disuelta. Hizo una mueca de asco y escupió lo poco que había saboreado, haciendome reír.

—Huele raro—dijo, frunciendo la nariz—Y tiene burbujas, ¿eso está bien?

—Sí—dije echando unas pizcas de sal a la harina—Deja que....—hice un gesto con las manos—crezca—lo miré y volví a reír—¡Tu me entiendes! 

Volví la vista al bol y comencé a hacer un agujero en el centro, para la levadura y el agua. De repente, una cuchara se estampa contra mi mejilla, manchandola de, guiada por el olor, levadura. Fruncí la nariz y cerré los ojos mientras me limpiaba. 

Me acerqué a Cameron, amenazandolo con la levadura que tenía en mi mano y él retrocedió, tratando de detener mi mano. Tomó una botella de jarabe que tenía a mano y me apuntó con ella, a modo de defensa. 

Ambos con sonrisas de idiotas, nos arrojamos a la vez nuestras municiones. Cameron recibió la levadura en su cabello y el jarabe manchó mi remera y parte de cuello. Reímos a carcajadas y ambos gritamos "tregua" a la vez.

—Deberías quitarte la remera—sugirió Cameron, levantando sus cejas sugestivamente y con una mirada picarona. Reí y negué con la cabeza.

—Ya quisieras—dije volviendo al bol y revisando la levadura.

Cameron volvió a mi lado, tocandose el cabello y con una tierna sonrisa plantada en su rostro.

—¿Que sigue?—preguntó.

—Ahora falta la levadura y el agua—dihe señalando al centro del bol—Cuando la masa esté uniforme, la tenemos que amasar y estirar.

Pasado dos minutos, eché la levadura y mientras Cameron mezclaba, yo agregaba el agua de a poco. Sus manos se habían cubierto de masa para pizza y a cada rato, trataba de limpiarse los dedos y quitarse algo de masa de ellas. 

—Tirame agua aquí, en las manos—hizo un pequeño pocito con sus manos y lo llené de agua—¡Ja!—desprevenidamente, Cameron me arrojó el agua en la cara, haciendome retroceder con la jarra en la mano. Él comenzó a reír a carcajadas—¡Perdona!—dijo entre risas—¡Tenía que hacerlo! ¡Perdón!

Me limpié el rostro y lo golpeé en el brazo a puño cerrado. Seguimos cocinando y la masa había quedado estupenda. 

Mientras amasabamos, hablabamos de estupideces. 

(...)

—Creo que ya está—dije sacando del horno la primer masa—¿Que crees?

—Ya, pongamosle el tomate y el queso—se llevó la mano al estomago—Muero de hambre—. Dicho esto, tomó la salsa y el queso y comenzó a ponerselos a la masa, tirando gran parte al piso o fuera de la pizza. En una oportunidad, le pinté las mejillas con tomate y las limpié con un beso.

(...)

—Chocalas—dijo al darle un mordiscón a nuestra pizza. Chocamos los cinco. Lucía y sabía deliciosa. Sonreí, satisfecha y orgullosa de nuestra primera pizza juntos. Cameron rió por debajo de la nariz, con la boca llena y se inclinó hacía mí sobre la mesa—Tienes salsa de tomate ahí—se acercó y limpió mi mejilla con su pulgar. 

Aprovechando la cercanía de nuestros rostros -y ya sin comida en la boca- plantó un dulce beso en mis labios, con un ligero sabor a pizza en los suyos. Sonreí luego del beso y tomé otra porción de pizza. 

—Eso no te salvará de limpiar la cocina—dije guiñandole. 

—Sí, hablando de eso...—miró su telefono y me mostró la hora. Era algo tarde—Es bastante tarde ya. ¿Quieres quedarte a dormir?


Cameron Dallas ImaginesWhere stories live. Discover now