¿Gemelas?

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Capítulo 10

Su plan original había sido hacer acto de presencia y marcharse de ahí cuanto antes pero no contaba con que Jona le pidiera las llaves de su auto para dar una vuelta y repentinamente tuviera que ir por "negocios" a la agencia, por lo que ahora estaba obligado a esperarlo ahí hasta que terminara los "negocios", sí claro. Su representante siempre se las ingeniaba para hacerlo aparecer en público con frecuencia y qué mejor que ir a la galería universitaria para ver una exposición de obras de arte de sus estudiantes. Si alguien lo reconocía allí y le tomaba algunas fotos los medios de espectáculos podían hacerle un artículo en donde pensaran que se interesaba por eso.

No le interesaba mucho el arte y menos en pinturas tan raras como esas, no podía entender como un rayón en una hoja blanca podía ser considerado arte o una pintura de una mujer muy bonita pero con nariz gigante. No los entendía ni siquiera entendía el título de las obras. Llevaba casi una hora ahí y ya había recorrido todo el primer piso con la esperanza de encontrar algo bonito, pero había escasas cosas que le llamaban la atención como para quedarse observándolas más un par de minutos. Aun le faltaba el segundo piso pero tenía miedo de encontrar cosas más traumatizantes. Resignado lanzó un suspiro y empezó a dirigirse a las escaleras que se encontraban del otro lado de la galería.

—¿Dónde está? —preguntó un hombre que vestía traje y buscaba con la mirada y rostro preocupado a alguna persona—. Hace un par de minutos la tenía a mi lado y desapareció.

Se acercó al hombre, podría haber perdido a su hija pues había visto a un par de niños corriendo entre las piernas de las personas. Antes de preguntarle qué pasaba otro hombre se acercó y se encogió de hombros.

—No encontramos a la muchacha y me apena decir que no recuerdo su nombre para mandarla a buscar —informó el otro hombre que también iba vestido de traje oscuro.

—No es tan difícil encontrarla, llevaba muchas cosas cargando y la cámara junto con el gafete de prensa colgando del cuello —exclamó el hombre con desesperación viendo hacia todos lados—. Sino la encontramos estaremos perdidos y todo será su culpa —apuntó al hombre que había llegado—. Les pedí que contrataran a un fotógrafo desde la semana pasada, si hubiesen hecho su trabajo no estaríamos en esta situación.

—Encontraré a la muchacha, señor —dijo el otro antes de salir de nuevo.

Bueno, si no era un niño perdido no le importaba. Siguió con su camino hasta llegar al segundo piso. En esa parte las luces estaban con menos intensidad y mientras avanzaba se oscurecía poco a poco. Eso era mucho más interesante que las pinturas de abajo y aunque seguía habiendo cosas sin forma ni sentido para él la mayoría estaban hechas de colores que brillaban en la oscuridad. Hubo una secuencia que llamó mucho su atención, se trataba de una silueta femenina de espaldas sobre un fondo negro, había líneas bifurcadas de color rojo que apuntaban a diferentes direcciones dando la apariencia de ser ramas de árboles secos, mientras avanzaba en el pasillo la secuencia avanzaba con él; la silueta de la mujer que estaba llena de muchos colores pero sobresalía el morado parecía estar dándose la vuelta con el pasar de los cuadros pero al mismo tiempo el plano entero iba reduciéndose hasta terminar en uno cerrado centrando fuertemente la atención en unos ojos castaños muy penetrantes. Se inclinó para poder leer el nombre de la obra pero solo ponía "BB" y el nombre del autor era un tal Kris O'B.

Siguió observando las demás pinturas, hubo bastantes que le llamaron la atención y cuando revisaba al autor siempre era el mismo. Lo interesante es que no manejó todas sus obras con una sola técnica, sino hubiese revisado el nombre del autor bien pudo haber creído que eran diferentes personas quienes las habían hecho, a pesar que él no era un apreciador del arte le parecía bien que un autor no se estancara en una sola técnica, la mayoría de los artistas más "famosos" terminaban por reproducir el mismo arte una y otra vez porque ese era el que les funcionaba, por lo menos ese Kris disfrutaba de su arte, o eso parecía.

¿Quieres ser mía? (JASN Libro #3)Where stories live. Discover now