6. Del D.

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El Edgar se paró y salió corriendo y tomó del brazo al Naiko de pasada. En serio, porqué cuando no quieren responder corren.

Son tan ahueonaos mis amigos.

Me quedé aquí mismo hablando con la mina del metro, me decía que estaba haciendo, me tiraba indirectas para que la fuera a buscar al liceo.

La niña de adelante salió al sentir su pelo mojado, que asco, pobresita.

Y entró la vieja de inglés con un hueón detrás de ella, era el hueón rico, él miró hacia todas partes y como que todas las hueonas suspiraron, ya tampoco pah tanto pero igual, me miró hueón te juro que me miró y sonrió, yo para no parecer hueón no le sonreí aunque las ganas no me faltaron.

Me estoy volviendo fleto hueón.

Y la profe le pasó una prueba y lo mandó a sentarse a mi lado, lo único con suerte que me ha dado la vida ah casi.

Después entró el Edgar y gritó como mina ganándose la mirada de todos inclusive del niño lindo.

Me reí como hueón y él caminó hacía el único lugar vacío, al lado de la profesora.

Me pasaba mirando como asustado.

La profe nos dejó la hora libre y yo estaba aburrido, cuando el loco término su prueba la puso al revés y me miró.

──Hola, Nicolas.

──Hola... ──Me quedé callado. ──No me sé tu nombre.──Me taldee entero cuando se rió, risa culiá linda. ──Me gusta tu risa.

CONCHETUMARE NICO CULIAO DAI PENA HUEON.

──Gracias, me gustan tus ojos.

──Ay, pero no digai esas hueás que me sonrojo. ──Hablé super gay y sacudí una mano frente a él.

El loco se empezó a reír y echó su cabeza hacia atrás.

──¡NICOOOOOOOO VEN! ──El Naiko pegó el medio grito ganándose el reto de la profesora y yo me paré a ver que hueá le pasaba.

──Andai super raro, hueón. ¿Qué pasó?

──Nada, nada, no importa, andate no más. ──Dijo y escondió su cabeza entre sus brazos apoyados en la mesa, el hueón mina pah sus hueás suspiré y me pasé la mano por la cara y miré al Edgar adelante de él Naiko.

Me senté a su lado y le hice cariño en su pelo, sentía que los culiáos tanto como el Naiko y el Eddieflin se sentía mal por esconderme algo, los conozco mucho para no darme cuenta.

──¿Teni que contarme algo, Naiko? ──Intenté que mi voz no sonara enojada.

──Es qu-...es que si te digo te enojariai conmigo, con el Edgar, con... con la persona que te comiste. ──Susurró mirándome triste.

──Dime nomah, si sabi que el enojo se me pasa rápido. ──Lo miré super serio.

──Puta, ya. ──Se revolvió el pelo y miró al Edgar y él se hizo el hueón. ──Lo que pasa es que el día del carrete... no entiendo como tomaste tanto que no te acordai, ñe, la hueá es que te comiste al primo de la Sally y todos cacharon, osea los que te conocían, la volá es que el loco ahora piensa que tú eris fleto y pucha... te quiere conquistar.

──¿Y esa hueá es lo grave? Nunca más lo voy a ver, Naiko, un carrete, ni que supiera quién soy po. ──Me empecé a reír y el Naiko me miró serio y después miré al Edgar que igual estaba serio, kie wah. ──No lo voy a ver más ¿verdad?

El Edgar sonrió incómodo y se pasó la mano por la nuca.

──Es que... él está en el liceo.

──KHÁ. PUTA LA HUEÁ HUEON NO ME GUSTA EL PICO. ──Me empecé a pegar cabezazos en la mesa despacio igual.

Según yo no conocía a nadie que se llamara Jaime o le dijeran así pero casi cinco cursos del primero a cuarto, ni que pudiera conocerlos a todos.

Como tan hueón y yeta de comerme a un hueón, que más encima no conozco y más encima nO ME ACUERDO.

──Mira, Nicolasito pambisito, no te voy a decir el nombre ni el curso pEEERO es del D.

No conozco a nadie del D.

yeta culiáo ; JainicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora