25. Bienvenido.

832 119 25
                                    

Me desperté con mi hermana y mi hermano a cada lado de mi cama, se habían quedado dándome "apoyo moral de hermanos" me vestí lentamente y bajé a prepararme desayuno solo, por aweonao me queme con el agua del hervidor.

──la conchatumaaaaara. ──Terminé de desayunar y salí de la casa al liceo. Me extrañó completamente que el metro estuviera vacío pero seguí caminando.

Cuando llegué al liceo lo vi cerrado con un loco al lado de la puerta pegándose en la cabeza. Hueón loco. Me acerqué y él weón me miró de arriba a abajo.

──Es feriado. ──Respondió antes que le preguntara.

──Puta que soy aweonao. ──me empecé a reír junto a él y nos apoyamos en la pared.

──Soy choreza.

──Ahhh, el weón weno. ──Lo miré con una sonrisa, no está tan mal. ──Soy el nico, sólo nico.

──Siempre vai a ser yeta culiáo pa mí. Te voy a hacer bullying por venir un feriado, yeta culiáo.

──Esho no she ashe, señorsh shoresha. ──Hice un puchero y el weón soltó una risa y puedo jurar que se sonrojó.

──Weón gay.

──I know.

──Y Kawaii.

Qué me cayó bien.

──¿De que curso eris? ──Pregunté.

──De tercero.

──Oh wena, yo igual po. Soy del B.

──Yo del D.

Conchetumare, todo me recuerda al Jaimeme, maricón hijo de la perra.

──¿Conoci al Yelo?

──¡El yeeelito! Sí, era mi amigo. ──Dijo con un deje de melancolía.

──Mh. ──No quise meterme. Miré la hora en mi celular ──Son las diez ¿Vamos al costanera?

──Ya weón estoy cagao de hambre.

Pasamos comiendo como gordos culiáos que éramos, el Choreza me hacía reír más que la cresta, tanto que me tiraron un vaso de bebida en la cabeza, y sí se rió más de mi.

──Eris tela weón, Me cai bien.

Sonreí.

──Tu también a m-...

──Tshoa, ¿tan rápido me cambiaste y por este weón? ──Me tense, dos días ignorandolo por completo se habían ido a la chucha porque ahora estaba ahí y no estaba la Crystal pa sacarle la chucha.

──¿Qué haci aquí enfermo culiáo?

──Quién te dio ficha a vo conchetumare.

──Choreza, no vale la pena ¿Vamonos? ¿Sí? ──Él me miró y sonrió asintiendo y levantándose, me tomó el brazo y cuando iba a caminar siento que me tiran del otro brazo, giré la cabeza.

──Nico...

──Sueltame. ──cerré los ojos y los abrí mirándolo super fijo.

──Teni que escucharme.

──Jaime, sueltame.

Nico, cuenta. Uno. Dos.

── Te quiero mucho. ──Dijo con sus ojos de gatito.

TRES CUATRO CINCO SEIS SIETE OCHO. VEINTE. A LA CHUCHA LOS NÚMEROS

──SUELTAME JAIME POR LA RE CONCHETUMARE NO ME GUSTAI ENFERMO CULIÁO LOCO.

Me soltó altiro y el choreza me tiró pra caminar mientras yo veía desde lejos al Jaime pasándose la mano por las mejillas ¿Acaso lloraba?

peeeeRO QUE PENAAAA.

Ojalá llore lo que lloré yo.

yeta culiáo ; JainicoWhere stories live. Discover now