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Toda la noche me mantuve despierto tratando de aclarar mi cabeza, todo me parecía tan extraño y perturbarte, la manera en que Jin me miraba justo antes de que se desmayara me causo escalofríos, no puedo negarlo, tuve miedo, era carcomido por mi temor, temor que causo esa mirada desencajada en mi hermano. Todo fue culpa del alcohol o eso quiero creer.

Jimin.

Mi pesadilla personal, cada que se me acerca tengo miedo de lo que pueda pasar.

Por Dios ¡¡soy un chico!! Quisiera que eso le entrara en la cabeza, sólo hay algo que puedo sentir cuando le veo y eso es auténtico miedo. Por ahora sólo puedo hacer una cosa y es mantenerme al margen, no acercarme para nada a su persona. No puedo creerlo, él, él... casi abusa de mi y yo no hice nada, ni si quiera me defendí y, y lo peor es que me hizo sentir tan extraño, la manera en que me besaba y sus manos recorriéndome... yo tengo que alejarme de él o terminaré mal, muy mal.

Me desperecé un momento y salí de la habitación para encontrarme con algo poco agradable de ver.

Papá regañaba a Jin con todo el enojo del mundo dicho en cada palabra, sólo me quedé inmóvil observando, mi padre se encontraba de espaldas a mi por lo que no podía verme mientras le regañaba pero yo podía ver perfectamente la expresión de Jin al frente de mi padre, culpa, su rostro solo eso reflejaba mientras papá daba una extensa lista de motivos por los cuales nunca debió embriagarse estando ambos solos en casa y más aún sabiendo que tiene toda la confianza de nuestro padre y que estoy bajo su responsabilidad.

En el momento en que quise retroceder, mi hyung alzó la vista y nuestras miradas conectaron por un segundo. No supe que hacer sólo continúe mi camino cruzando el pasillo de largo sin voltear a verle, papá estaba enojado así que fue lo mejor que pude hacer en ese momento.

Entré silenciosamente a la obscura habitación de mis padres cuya puerta estaba entre abierta y aunque hice el intento de no tropezarme con algo no sirvió de nada. Mi dedo chiquito del pie se estrelló con la pata de la mesa haciendo que cayera al piso quejándome por el dolor, me quedé cegado por causa de la penetrante luz del móvil de mi madre para después escuchar su aguda voz.

- Jungkook ¿eres tú?.

No podía observarle por culpa de la intensa luz en mi cara pero podía imaginar sus facciones de incomodidad.

- Mamá podrías dejar de enfocarme.

- Oh lo siento cariño -apagó la luz- no te reconocí en la oscuridad.

- ¿Estas bien?.

Pregunté mientras me sentaba, mamá hizo espacio en la cama y me acosté a su lado mientras me cubría con las mantas. Seguramente estaría con resaca.

- Si, sólo que estoy un poco indispuesta. Escuché los gritos de tú padre ¿Jin estará bien?.

Asentí con la cabeza intentando convencerme a mi mismo que Jin estaría bien, él es bastante maduro como para saber asumir la responsabilidad de sus actos, era yo quien me preocupaba por mi reacción frente a él.

- Cariño... perdóname por ser un desastre, a estas horas debería estar en la cocina preparándoles el desayuno.

- No digas eso, a demás hoy es sábado, ni Jin ni yo tenemos más responsabilidades que quedarnos en casa... pero, creí que hoy irían a trabajar papá y tú.

Se quedó un momento callada mientras tomaba su móvil y miraba la hora.

- No cariño, ya es muy tarde, no alcanzamos a llegar por mas que queramos.

Solo me quedé en silencio, era algo agradable estar con mamá, simplemente era lo que necesitaba en ese momento, me acurruqué a su lado mientras el agradable sueño me envolvía junto a mi madre.

Su nueva obsesión [Jikook]Where stories live. Discover now