Su nueva obsesión [Jikook]

[13]

>¿Por qué me miras así?, ¿por qué me besas así?, ¿por qué me tocas así?, me haces caer en la locura<

Desperté.

Abrí los ojos lentamente para darme cuenta de que era tarde, la luz se colaba por la ventana cegandome.

Cuando pude ver mi habitación un mar de recuerdos se vinieron a mi cabeza, atormentadome. Me encogi sobre mi mismo y un dolor punzante abrazó todo mi cuerpo que aún se encontraba desnudo y manchado.

Empecé a llorar sin saber muy bien por qué.

Todo había sido mi culpa, todo lo había aceptado. Mi dolor físico no era el problema, el problema era Jimin.

Me alarme al escuchar que alguien tocaba a mi puerta. Quise esconderme bajo tierra pensando en que tal vez podrían descubrirme.

- Jungkook, ya es tarde, debes levantarte a desayunar.

Era la voz de Jin que suavemente me llamaba desde el otro lado de la puerta, mi hyung...

Cuando me metí a la ducha pude sentir el agua fría recorrerme y llevarse toda suciedad de mi. Se sentía tan bien que podría haberme quedado ahí todo el día relajandome.

Al mirarme en el espejo pude ver sus marcas esparcidas por toda mi piel, manchas entre moradas y rojizas recorrían mi cuerpo desde el abdomen bajando por mi ombligo hasta llegar a los muslos. Me estremecí de solo observarlas, el escalofrío que sacudia mi espina dorsal no tenía la misma intensidad que la noche anterior pero era igual de espeluznante. No podría usar pantalones cortos por un largo tiempo.

Esas marcas significaban sus huellas sobre mi.

Habiendo tomado 3 pastillas para dolor me digne a bajar encontrandome con Jin. Estaba sentado al comedor esperando por mi mientras leía el periódico. Me sentía avergonzado conmigo mismo pero no había manera de que alguien más lo supiese ¿no es así?

- Hasta que te levantas.

Murmuró para ir a servir mi desayuno.

Era extraño estar frente a él y tener que levantar la vista para fingir que todo iba bien.

- Le dije a papá que no te sentías muy bien de salud.

Lo oi decir desde la cocina.

- ¿No fuiste a la Universidad?

Pregunté tratando de ser lo más normal posible.

- No podía dejarte aquí sólo después de como lloraste ayer, aunque no me hayas querido contar lo que te aquejaba.

Me quedé callado, no había manera de decirselo, ya no podía simplemente confiarle todas mis cosas como cuando era niño. Ya no podía hacer eso.

- Gracias.

Contesté. Me sentí patético y poco menos que una larva. Él era tan bueno conmigo.

- Para eso somos los hermanos.

Sonrió y me dediqué a comer mi desayuno ante su insistente mirada que estaba seguro, intentaba descifrar mis pensamientos.

- Cómo fue todo con Taehyung ayer, por su culpa no fuiste a clases.

Sabía que no se quedaría tranquilo al respecto, tenía que preguntar y yo ya no sabía que más decir.

- Jungkook contestame, porque sigo pensando que fue su culpa que te comportaras tan extraño ayer ¿pelearon o algo así?, ese golpe... no creo nada de lo que me dijiste.

Jamás podía persuadirlo, jamás siendo quien era, siempre tan alerta a lo que me pasaba. Pero ya no era igual que antes, no podía confiarle mis problemas.