#007: sobre caos y mordidas

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Yoongi corrió como nunca antes lo había hecho en su vida como humano (y vampiro). Primero usó su velocidad supernatural para buscar en cada rincón del cine a Jungkook con sus hormonas de adolescente escandalizadas, pero como no lo encontró, cambió de plan y decidió buscar a Taehyung siguiendo el olor de su sangre. Por unos segundos, Yoongi se sintió muy confundido y alarmado. La sangre de Taehyung siempre había sido como un dolor en el trasero, cuando estaba junto al muchacho en el departamento, cuando besaba a Jimin por las noches y Taehyung seguía despierto viendo un anime o estudiando, cuando caminaba por la biblioteca de la universidad y se encontraba de casualidad con la sonrisa de Taehyung entre los libros, la garganta de Yoongi ardía y, de tener un corazón palpitante, su pulso se habría acelerado de manera amenazadora.

Esas eran las desventajas de ser un vampiro, la sangre de cualquier persona te ponía en un estado demencial y a veces deseabas que tal persona oliera peor de lo esperado. Taehyung era raro, por no mencionar que era el mejor amigo de su novio, así que Yoongi debía tener cuidado cuando estaba a solas junto a él.

Sin embargo, ahora que estaba en una situación de vida o muerte y debía concentrarse en seguirle el rastro a Taehyung, Yoongi se dio cuenta de lo mucho que pasaba junto al chico. Podría reconocer el aroma de su sangre en cualquier lugar y con facilidad seguir un camino fosforescente que solo él era capaz de ver. Pero ese no era el problema en ese momento, sino que el aroma era más penetrante de lo normal. Más fresco.

—Demonios, Kookie —murmuró por lo bajo cuando detuvo su carrera frente a las puertas de la sala 4. Yoongi ignoró el póster de la película que estaban exhibiendo y se adentró bajo la atenta mirada de uno de los chicos que trabajan allí. El chico abrió la boca para reclamar que Yoongi no debería entrar, pero cuando vio los ojos negros del vampiro, la cerró y se encogió en su lugar, con los hombros aplastados por el miedo.

Yoongi entró dando zancadas y cruzó el oscuro pasillo hasta quedar frente a la pantalla. El lugar estaba repleto, pero él estaba seguro de que el aroma venía de esa sala. Entre los espectadores pudo ver que algunos estaban sumergidos en la película, pero que otros miraban hacia todos lados de manera incómoda y con los ojos tan densos como los mismos que tenía él. Había varios vampiros entre el público y debían estar volviéndose locos con la sangre de Taehyung.

Yoongi hizo abuso de su uniforme del cine y subió los escalones. Algunos vampiros lo miraron como si estuvieran esperando alguna explicación, como si Yoongi fuera el responsable de su sed (en parte lo era, pero ellos no lo sabían y no había motivo alguno para hacérselos saber).

Llegó hasta el final y lo se detuvo cuando los vio. Yoongi se preguntó cómo es que el lugar aún no estaba en llamas.

Debajo de la cámara que transmitía la película, iluminados por la luz del cuarto donde proyectaban las cintas, se encontraban Jungkook y Taehyung sentados en una sola butaca. Jungkook estaba encima de Taehyung, quien tenía la cabeza volteada hacia un lado, mirando a Yoongi con ojos vacíos, mientras que los labios de Jungkook estaban pegados a su cuello bebiendo y haciendo sonidos obscenos. Yoongi no sabía si solo los vampiros eran capaces de oír cómo Jungkook bebía con descaro, pero si de algo estaba seguro, era de que Jungkook estaba haciendo un espectáculo.

La camisa de Taehyung estaba manchada en sangre y su cabello estaba revuelto. Tenía la cara bañada en sudor y el rostro pálido, tan pálido como el del mismo Yoongi (y eso era estar pálido hasta la muerte). Yoongi se lanzó hacia ellos y tiró a Jungkook hacia la butaca vacía de al lado (gracias a un milagro todos los asientos de la última fila estaban vacíos, pero Yoongi sospechó que Jungkook tal vez había hipnotizado a todos los humanos de la sala para que no lo molestaran, lo que explicaba muchas cosas).

about vampires ー bangtanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora