Parte 19

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Sábado 2 de Diciembre

Danny y yo somos los primeros en llegar al bar. Está luchando con el remordimiento del comprador.

-Jay, ¿debería sentirme culpable?

-Demonios, no -le digo-. Oye, ¿podemos ir a verlo?

-Sí, si me dices por qué no debería sentirme culpable por el camino.

Mientras caminamos por el pasillo brillantemente decorado, le digo-: Danny, está bien que te compres una cosa como recompensa por todo tu duro trabajo. Ahora bien, si comienzas a comprar una flota entera de coches lujosos, voy a tener que fustigarte con mis prendas de boda XXX.

Danny se ríe a carcajadas.

Envuelvo mi brazo alrededor de su hombro, lo que me hace ganar miradas celosas de todas las mujeres a las que pasamos caminando.

-Danny, te has trabajado el trasero durante años para llegar a este punto. Realmente deberías disfrutar de ello un poco. Hablando de disfrutar de ello. - Busco en mi bolso, agarro los 500 dólares que Phillip me pagó, y se los devuelvo-.

Aquí está tu dinero.

Se ríe de mí.

-Es probable que no tengas una carrera de retorno como stripper. Sólo estoy diciendo.

-¡Cállate!

-Aunque supongo que tienes razón. Lo único en lo que he gastado dinero fue en la casa. Hablando de eso, ¿Lori te dijo que la casa de al lado está a punto de salir al mercado?

-No, no lo hizo.

-Creo que tú y Phillip deberían comprarla.

-Sería divertido ser vecinos de nuevo.

Llegamos al concesionario de Ferrari. El lugar es como Disneylandia para los chicos con dinero en efectivo. Danny entra y es recibido como la estrella que es. Él y el vendedor me llevan a un increíblemente elegante y precioso coche rojo brillante.

-Guau, Danny. No tendría que embriagarme para comprar este coche. ¿Puedo tener uno también?

Danny se ríe mientras abre la puerta y me deja deslizarme detrás del volante.

-Te ves bien en él. Deberías comprar uno para ti.

-No puedo convencer a Phillip que gaste dinero en una casa. ¡Le daría un infarto si llevo a casa un maldito Ferrari! Además, no soy un quarterback de la NFL.

-Jay, cuando se llega a esto, es tu dinero. Puedes gastarlo como quieras.

Sentada al volante de este coche, siento como si pudiera tener lo que quiera.

-Phillip me dijo: tengo un buen trabajo, no necesito la limosna de mi esposa para comprar una casa. Y no estoy segura de qué hacer. Él no me va a escuchar sobre ello. Es como un tema censurado. Cada vez que lo traigo a colación, se pone enojado conmigo, y Phillip nunca se enoja conmigo. Ese es tu trabajo. -Le doy una sonrisa-. Además, en última instancia, tengo que hacer que tu papá esté de acuerdo. ¿Por qué diablos me dijiste que pusiera el dinero en mi confianza? No tendría que pasar por la estúpida terapia de pareja.

-Debido a que mi papá tenía miedo de que nos escapáramos en un coche como éste. -Me estudia y luego al coche-. Te ves caliente en este coche. Deberías hacer lo que quieres.

-No voy a comprar un coche como éste, pero cada vez que quieras que maneje esto por ti, házmelo saber.

Saco mi mano y hago mi mejor imitación de estrella del rap.

I Guess I DoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora