Capítulo 4

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Liz me dejó en casa. No me preguntó nada, felizmente; nos despedimos y yo entré a casa. Hice el menor ruido posible al subir las escaleras, pero aún así papá me escuchó; pensé que estaba dormido pero cuando pasé por su habitación evitando que me viera él me llamó.

-¿Cassie?

Yo sólo me asomé al marco de la puerta y vi a mis padres. En ese momento, tuve unas inmensas ganas de llorar e irme a refugiar en sus brazos. Que me digan que me quieren y nunca soltarme, porque los abrazos de tus padres son el mejor remedio ante una depresión.

-¿Papá? Pensé que estabas dormido.

-No, hija.- Miró su reloj. - ¿Por qué llegaste antes? ¿Te pasó algo?

-No, nada. -Me tembló la voz.

-Cassie, cariño, ven aquí.-Me dijo mamá.

Entonces, me senté con ellos en la cama y les conté que me estaba aburriendo en esa fiesta y que por eso vine antes de la hora que acordé con papá, y les dije que en el camino de regreso vi que atropellaron a un perrito, y que por eso estaba un poco sentimental. (Es una historia falsa, pero soy muy buena mintiendo aunque por dentro me esté muriendo por haberles mentido).

-Está bien, hija. -Dijo papá.- No te preocupes más por ese perrito, seguro que estará ahora mismo en un lugar mejor, lejos de toda esta sociedad malvada.

-Sí, eso espero. -Me levanté-. Bueno, hoy ha sido un día largo así que, me iré a descansar. Mañana tengo que ir al instituto, buenas noches.

-Buenas noches, hija. -Dijo papá.

-Buenas noches, cariño. -Me dijo mamá.

Y me fui a mi habitación. Tiré mi bolso y me desvestí. Me quité el maquillaje y luego me puse el pijama. Al acostarme en mi cama, mientras miraba el techo, comprendía todo.

Me había ilucionado tanto con él, que no había tomado en cuenta las consecuencias que tendría al enamorarme de un chico imposible como Ben Parish. Es decir, ¿cómo un chico rey se fijaría en una chica "normalita" como yo? No tenía ningún sentido. Debí de haber seguido los consejos de Lizbeth al decirme que no me ilusione tanto con él porque el ni siquiera sabía de mi existencia. Casi me río por haber sido tan estúpida.

Debería dejar todo y olvidarlo. Simple. Mañana será una nueva etapa para mí en el instituto, olvidando a Ben Parish y todo lo que tiene detrás. Dejando de lado mis ilusiones con él. Y concentrarme en mis estudios y mis salidas con Lizbeth y otros nuevos amigos. Así acabaría mis estudios, me graduaría, tendría mi título de bachiller, conseguiría trabajo, me casaría, y tendría una hermosa familia a lado de un hombre que sabe realmente que existo y no me haría ilusionar por nada del mundo.

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[INSTITUTO]

-Hola, Lizbeth. -La saludé mientras me sentaba a lado de ella en la cafetería del instituto.

-¿Ya se te pasó el enojo?

-Ahh, sí. -Suspiré.- Liz, lo siento de verdad; no debí de hablarte de esa forma pero es que estaba enojada con todo el mundo por culpa de Ben. Y no quise hacerte más daño, por eso te mandé a callar.

-Está bien pero, ¿me podrías contar qué pasó exactamente?

-Claro.

Y le conté todo; cada detalle, mientras hablaba vi como Ben entraba por la puerta y me miró pero yo no le tomé la mínima importancia, miré a otro lado y seguí hablando con Lizbeth. Cuando acabé de contarle, ella se dio cuenta dónde estaba Ben y justo en ese momento Ben estaba mirando nuestra mesa, pero Lizbeth le lanza una mirada asesina y yo sólo miro mi postre.

-¿Qué se cree ese idiota? -dijo Liz molesta-. ¿Cómo te pudo hacer eso? Cassie, yo te advertí de no ilusionarte con él porque en cualquier momento te podría hacer daño...

-Lo sé, lo sé, ¡lo sé! Por eso he decidido olvidarlo, Lizbeth. Olvidarme de lo que pasó y de todo lo que tenga que ver con él. Tampoco espero que me hables de ese idiota, ¿entendido?

-Entendido, Sullivan. -Dijo y sonrió.

Pasaron los minutos, y sonó la campana indicándonos que regresaramos a nuestros salones para la próxima clase. Salí de la cafetería junto con Lizbeth y los demás alumnos, pero en medio del pasillo alguien me sostiene del brazo y hace que gire a la fuerza.

-Pero, ¿qué...?

Me callo al instante al darme cuenta que el que me ha jalado es Ben Parish.

-Cassie, necesito hablar contigo. -Me dice.

-¿Cassie? -dijo Lizbeth varios metros atrás; cuando se puso a mi lado exclamó- ¿Qué haces con mi amiga, idiota? ¿Quién te crees que eres para tratarla así? ¡Aléjate de ella!

Ben estaba muy confundido; no entendía lo que trataba de decir Lizbeth.

-Lizbeth...

-¿Qué no entiendes, Parish? -Seguía diciendo- ¡Fuera!

-Lizbeth, por favor... déjame un momento con Ben, ¿sí?

-¿Estás loca, Cassie? -resopló-. De verdad no te entiendo; es mejor que vaya a clases. Luego nos vemos, Cassie.

-Adiós.

Lizbeth se fue, y yo me quedé sola, en los pasillos del instituto con el chico más deseado y popular del lugar. Lo miré con odio y le pregunté:

-¿Qué quieres?

-Necesito hablar conmigo.-Me dice.

-Que yo recuerde..., no tengo nada que hablar contigo, Ben. ¿A caso me vas a invitar a otra de tus aburridas fiestas?
-No, Cassie. -Mueve la cabeza de un lado a otro-. Es por otro tema que no me quedó claro sobre ayer.

Tragué saliva. ¿Qué iba a hacer ahora? Decirle que ¿anoche me puse histérica por haberlo visto besándose con otra chica, y que es porque yo estoy enamorada de él? Vamos, Cassie. Debes inventarte una excusa mejor.

-¿De qué? -Le pregunté con voz temblorosa.

-No entiendo, por qué te enojaste conmigo anoche, ¿hice algo que te molestó mucho?

-No. -Le mentí-. ¿Qué podrías haberme hecho?

-No lo sé, por eso te lo pregunto. -Me miró fijamente; sus ojos marrones eran grandes y bonitos-. Entonces, ¿por qué anoche estabas llorando?

Ben estás yendo muy lejos, no pienso decirte la verdad...

-Por... porque... yo...

Vamos Cassie, ¡tú puedes!

-Estaba llorando porque... una migaja había entrado en mi ojo, y fui al baño a quitármela; pero como fue muy difícil de sacarla, me hizo llorar. Eso es todo.

Al escuchar eso Ben sonrió.

-Esa, es la mejor mentira que pude haber escuchado en mi vida, Sullivan.

-¿Qué dices?

-No te creo. -Y se encogió de hombros.

-Mira Ben, tengo que regresar a clases. -Le dije-. No sé por qué me he quedado aquí perdiendo el tiempo contigo. Adiós.

Me di la media vuelta dirigiéndome a mi aula, pero Ben me cogió del brazo e hizo que me volteara. Su cara estaba tan cerca de la mía que podía ver las pecas de su nariz. De cerca, era más hermoso.

-Ben... -susurré.

-Cassie, dime la verdad. -me dijo.

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AUTORA: Hola! Espero que les haya gustado este capítulo, pronto seguiré con más. Saludos!

Bessie es realWhere stories live. Discover now