Capítulo 18

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●Cassie●

Regresé a mi casa furiosa; no sólo con Ben, sino conmigo misma por haberle tratado de esa forma, y por haberle dicho que lo odiaba. Eso me dolía más porque, no era para nada cierto.

-¡Cassie, hola! -dijo Sammy.

-Ahora no, Sams. -Le dije secamente-. Voy a ir a mi habitación, y no quiero qie nadie entre, ¿está bien? Quiero estar sola.

-Pero...,

-Sams, luego.

-Quería mostrarte la medalla de oro que gané en la clase de natación, hermana. -Me mostró la medalla que llevaba en el cuello.

Me agaché para estar a su altura. Por un momento, se me pasó la ira que contenía dentro y me desahogué llorando desconsoladdamente de un derrepente. Abracé fuertemente a Sams, y él lo hizo conmigo.

-Felicidades -le susurré -. Me da gusto por ti, Sams. De verdad.

Nos mantuvimos así un buen rato, hasta que mamá entró a la sala. Sams y yo nos separamos, me puse de pie y le limpié la cara rápidamente. Mamá tenía un delantal puesto, supuse que estaba preparando la cena. Pero, yo no tenía hambre, sólo quería ir a mi habitación.

-Buenas noches, cariño. -Me dijo y frunció el ceño-. ¿Estás bien, Cassie?

-Sí, mamá -. Murmuré.

-¿Estabas llorando? -me preguntó.

-Sí, porque está muy feliz que haya ganado esta medalla, mamá. -Dijo Sams alegremente.

-Qué bueno.

-Yo... me voy a mi habitación. Y por favor..., no quiero que me moleste nadie, ¿está bien?

-Pero hija, la cena ya está lista.

-No tengo hambre, mamá. -Dije estallando por el cansancio-. Hoy no cenaré.

Mamá y Sammy no dijeron nada, sólo me vieron en silencio cómo me iba hasta mi habitación. Al llegar, cerré la puerta de un portazo, me puse contra la puerta y escuché las voces que provenían de abajo.

-¿Qué le pasa a Cassie, mamá? -preguntó Sams.

-No debe de haber tenido un buen día hoy, cariño. -Respondió ella-. Dejémosla que descanse. Mañana hablaré con ella. Ve, vamos a cenar.

Y cesaron las voces. Tenía ganas de llorar, y muchas más ganas de ver a Ben, quería verlo, necesitaba verlo. Quería decirle que lo que le dije no era verdad, que todo me salió por la ira que estaba conteniendo desde la mañana.

Ni siquiera sabía dónde quedaba su casa, pero él sí sabía dónde quedaba la mía. Claro, igual no se atrevería a venir a verme. Pero, deseaba que estuviera aquí, conmigo. Hoy, fue un día muy difícil, definitivamente.

Dejé mi mochila en el suelo, me quité las zapatillas, me cambié de ropa y me puse mi pijama. Me tumbé en la cama mirando al techo. Las lágrimas seguían cayendo de mi rostro, y me las limpiaba cada cinco minutos. Me quedé así por horas, en la oscuridad absoluta, pensando en la nada. Mi corazón latía despacio, como si ya se hubiera calmado de la tristeza. Respiré hondo y traté de dormir, pero me era imposible. Me levanté, cogí mi celular de la mesa de noche y le mandé un mensaje a Lizbeth.

Hola, Liz. ¿Estás despierta?》

Segundos después, ella respondió.

《Cassie, hola. No te vi después de nuestro rencuentro en la cafetería 😏. Por cierto, vi a Ben en el estacionamiento a la hora de salida. Estaba muy mal 😕. Lo saludé, pero no me respondió el saludo. ¿Pasó algo entre ustedes dos?》

Bessie es realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora