Capítulo 17

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●Cassie●

-¡Basta! -Grité.

-Cassie... -susurró Ben.

Bajé de las escaleras hecha una furia y caminé al centro del patio.

-Cassie, yo... -empezó a decir Evan, pero se calló por la tremenda cachetada que le di. La mano me empezó a latir de dolor.

-Eres un idiota, eres un enfermo, eres de lo peor, Evan. -Le mostré una mirada llena de odio y de desprecio.

-Cassie... -dijo Ben y me tocó el brazo.

-¡Tú suéltame! -me solté de él-. ¡Me dijiste que no hablarías con él hasta después que yo lo haga primero!, ¡ya hablaste con Cameron?, ¿o fue una excusa para que te enfrentaras a golpes con Evan, primero?, ¡¿Eh?!

-Yo...

-¡Estoy harta, Ben! -creí que iba a llorar-. ¡Estoy cansada de toda esta situación!, ¡de que todos se pongan contra mí!, ¡que todo se convierta en un problema!, ¡que me mientan!, ¡que me traicionen!, ¡y que...!

Ben me atrajó hacia él, agarró mis mejillas con sus dos manos y me besó. No puse resistencia porque me cogió de sorpresa. Cuando me besaba, sentí la mirada de Evan sobre nosotros. No sabía que tipo de mirada tenía, pero tampoco me importaba. Ya no me interesaba algo que esté relacionado con él. No lo quería volver a ver.

Nos separamos y me miró fijamente con temor, cómo si esperara que esté enfurecida más ahora, después del beso.

-¿Por qué lo hiciste? -le susurré.

-Quería..., quería buscar la forma en la que te calmaras. -Me dijo.

-Pues no me calmaré, hasta que ese se vaya de mi vista.

-Cassie... -empezó a decir Evan.

-¿Qué no la escuchaste? -exclamó Ben-. Anda, vete. ¡Fuera de aquí!

-Deja que te explique...

-¿Explicarme qué? -fruncí el ceño-. Ya he escuchado todo, lo suficiente cómo para saber por qué lo hiciste. Ahora, estás fuera de mi vida. Ya no eres más mi amigo. Eras un falso y enfermo. Anda, vete, Evan.

Él sólo miró con el ceño fruncido a Ben y dijo algo por lo bajo.

-¿Qué dijiste? -le pregunté.

-¡Esto no se va a quedar así! -exclamó él-. Los dos pagaran muy caro por esto.

-¿A qué te refieres?

-Eso no te importa. -Sonó la campanilla indicando que era hora de regresar a clases-. Sigan así, que pronto terminarán odiándose el uno al otro.

Dicho esto, salió corriendo por la puerta trasera. Me sentí mareada cuando cerró la puerta fuertemente.

-Hey, tranquila. -Me dijo Ben-. ¿Estás bien? Te veo muy pálida.

-Sí, estoy bien. -Dije-. No te preocupes. Sólo... me siento un poco impresionada por lo que acaba de pasar en estos últimos minutos. Yo...

Sentí que todo me daba vueltas. Que el piso ahora estaba girando hacia arriba, y que yo tenía la cara pegada contra él, y mis ojos se cerraban de a pocos.

-¡Cassie! -Ben me sujetó entre sus brazos y puso mi cabeza contra su antebrazo. -Estás muy mal, te llevaré a la enfermería ahora mismo.

-No..., hace falta. -Murmuré.

-Claro que sí. -Me levantó con dificultad. Se puso de pie, y luego me cargó entre sus brazos. -Ahora mismo, iremos.

Murmuré algo por lo bajo pero no llegué a entender qué es lo que decía, no tenía conciencia de mis actos ni de mis palabras. El mareo se iba incrementando cada vez más. Me sentí como en la montaña rusa, ese vértigo infaltable de ese juego mecánico. Todo se volvió negro derrepente, y es cuando me di cuenta que tenía los párpados cerrados porque ya no soportaba que todo diera vueltas a mi alrededor. Aunque, aún con los ojos cerrados, sentía que estaba en una ruleta.

Bessie es realOù les histoires vivent. Découvrez maintenant