Capítulo 8

1K 76 26
                                    

Creo que esta pregunta me llenó de sopresa hasta el punto en que se me paralice el corazón, y no sepa qué responder. Nunca ningún chico me habría propuesto ser su novia, jamás en mi vida. Como dije anteriormente, esto era mucho para mí; porque jamás imaginé que Ben Parish 1) me hablara, 2) se enamorara de mí sin conocerme, 3) invitarme a pasar un día sólo con él, y 4) que quiera ser mi novio. Y no sabía cómo reaccionar y tampoco que responder ante esta pregunta que me acaba de hacer.

-Eh...

-Por favor, Cassie. -Me decía-. Respóndeme.

-Es que... yo... no estoy segura...

-¿De qué?

-Ben, gracias por todo pero -dije levantándome-, ya tengo que irme a casa.

-No, Cassie, espera.

Pero yo ya me había levantado de la mesa y salía por la puerta del restaurante, tenía en mente ir caminando hasta mi casa, porque no me atrevía a ver la cara de Ben, ni menos aceptar a que me lleve en su auto. Eso sería demasiado, por todo lo que había hecho hoy por mí, por todo los momentos divertidos que hemos pasado hoy.

-¡Cassie! -me llamaba Ben por detrás.

Yo no volteaba e ignoraba su llamado, sentía que una parte de mí me desgarraba el corazón al dejar así a Ben, me daba pena porque él había gastado sus ahorros por pasar un día sólo conmigo.

Una lágrima bajaba por mi mejilla, luego dos, hasta que me di cuenta que estaba llorando por mi cobardía; ¿qué te pasa, Cassie?, ¿no era esto lo que querías siempre?, ¿no deseabas tanto que Ben sea tu novio?, ¿por qué lo rechazas así ahora? Creo que era por miedo; por no afrontar mis temores yo sola, por ser tan cobarde y huir de mis miedos.

Creí escuchar que alguien corría detrás de mí, pero no escuchaba otra cosa que fuera los latidos de mi corazón, otra cosa que no fuera mis sueños hecho pedazos. De pronto, sentí que alguien me detuvo poniéndose frente a mí, era otra vez él, el chico imposible que me pedía ser su novia.

-Cassie, ¿por qué te vas así? -me pregunta un poco agitado, supongo que regresó al restaurante a pagar la cuenta y luego regresó a por mí.

-Ben, quítate de mi camino, por favor.

-¡No! -exclamó-. Es que no lo entiendo, ¿por qué te vas así, sin darme al menos una buena excusa para no responder a mi pregunta.

-Es que Ben...

-¿Es que qué, Cassie?

Yo no respondía, sólo lloraba.

-No lo entiendo; sabes muy bien que estoy enamorado de ti y tú de mí; lo sé porque me doy cuenta en tu forma de mirarme y hablar conmigo, por eso te pido que seas mi novia porque quiero que estés a mi lado, en cada momento junto a mí, sea bueno o malo, y yo también estar junto a ti. Pasar momentos juntos, lleno de alegrías. También sé que por más que niegues estar conmigo, en el fondo si me aceptas y me dirías que sí. Pero, ¿por qué te cuesta tanto decírmelo?, ¿o es que aún no crees en mí?

-No..., yo sólo me siento confundida.

-¿Por qué?

-Porque aún no comprendo cómo es que te enamoraste de mí de un momento a otro, un día no sabías que yo existía, y el otro ya estabas enamorado de mí, ¿cómo es posible, Ben?

-No me crees.

-No del todo.

-Pues, entonces, te demostraré que lo que yo siento por ti, es verdadero.

De pronto, se acerca a mí, sostiene mis mejillas en sus manos y me besa. Cuando Ben me besa, siento que toda la angustia que sentía se desvanece en un segundo, que todo lo que nos rodea desaparece y sólo estamos los dos. Luego, yo rodeo su nuca con mis brazos y él pone sus manos en mi cintura y apreta contra él. Nos quedamos así por un buen rato, después nos separamos para recuperar el aliento, y él me susurra:

Bessie es realWhere stories live. Discover now