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Hoy he dejado un comentario de autor un poco diferente, por favor, leedlo 🙏🏽🥺


Capítulo 5: La sirena que no he podido olvidar

Oliver

Me ato los cordones de las zapatillas antes de emprender la carrera por el parque. A mi derecha, Giovanni me acompaña al mismo compás. No es la primera vez que salimos a correr, pero hoy, a diferencia de otros días, mi cabeza me tiene más lento y es la única razón por lo que el italiano me saca media zancada cada vuelta que damos. Me gustaría achacarlo a los problemas de salud de Will, pero sé que esto tiene que ver más con una pelirroja que no logro sacarme de la cabeza.

La conversación con Lottie me tiene mal. No voy a mentir, ya que el único que se estaría engañando sería yo. El hecho de saber que está aquí, en New York, me tiene el corazón acelerado y mirando a cada lado de la calle por si me la encuentro. Porque esa es otra, esa niña no ha querido decirme dónde se encuentra.

Freno en seco con el tirón que siento en el gemelo y me paso la mano por el pelo con hastío. La espalda de Gio la veo alejarse cuesta arriba por la carretera y yo me apoyo en un árbol buscando un poco de aire que despeje mi cabeza. Creo que hasta he olvidado cómo se respire. El abogado regresa por el camino de bajada al percatarse de que ya no le estoy siguiendo.

—¿Te volviste viejo? —Pregunta riéndose. —La paternidad ha hecho que pierdas todo tu sexapil, ahora las mamis del parque verán a un treintañero fondón, que se ahoga tras tres vuelta al parque.

—Me sorprende que no sigas siendo virgen cuando a la vista está que no sabes nada sobre mujeres —me separo del tronco recomponiéndome, en verdad he perdido capacidad pulmonar —. Aunque claro, después de lo de ayer creo que yo tampoco las entiendo. ¿Puedes creer que pille a Louis saliendo de la habitación de Layla? ¡Mi hermana!

El abogado deja de reírse y entrecierra los ojos.

—¿Layla no estaba de viaje?

—Sí y parece ser que se encontró con Louis en el aeropuerto. —Suelto una carcajada irónica. —Muy convincente, ¿no crees?

—Layla no se acostaría con Louis...

—No estoy tan seguro —le digo echando a andar hacia la puerta principal del parque —. Después del verano dudo seriamente que la Layla que conocía sea la misma de ahora. No quiero pensarlo mucho porque me enfermo, pero sé de buena tinta que ha pasado varias noches en el pent-house que está a nombre de Bella. Y nunca sola.

Dejo de hablar porque creo que si sigo acabaré yendo a visitar al médico. Tengo que confiar en él, ya que si no puedes fiarte de tus amigos, ¿de quién lo harás? Merina marca para avisarme de que está camino a la mansión junto a Will. No ha ido hoy a clase porque no se encontraba bien. Además, la prueba de ayer le dejó cansado y preferí que pasara la mañana con mi hermana, sabiendo que es la única que podría atenderle entre tanto yo trabajaba. A últimas he acabado saliendo a correr, pero por la simple razón de que el aire en Castellar cada vez está más cargado de veneno.

Millionaire: un Amor Imposible #2 [EDITANDO]Where stories live. Discover now