X

25.5K 1.8K 1.2K
                                    


Capitulo 10: Un muerto muy muerto

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capitulo 10: Un muerto muy muerto

Bella

He madrugado pese a la reseca y he aprovechado que estoy sola para acercarme al cementerio, no sin antes asegurarme de cómo ha pasado la noche Aisha. Llevo dos ramos de flores tan hermosos y coloridos como los que siempre había en nuestra habitación en la universidad. Camino deprisa sintiendo un nudo en el pecho con cada paso que me acerca a las tumbas. No es la primera vez que vengo, pero duele igual que el día que les enterraron.

—Lamento no haber venido estos últimos años—murmuro dejando las flores sobre las lápidas —, pero las cosas se han complicado mucho y no he estado en la ciudad.

Paso las manos por encima de los nombres. Sylvia, una de mis mejores amigas, Marco y Lucía, sus padres. Me arrodillo a su lado para limpiar las hojas secas que se han quedado pegadas por el paso del tiempo y saco un pañuelo para quitar el barro que se ha ido acumulando por las fuertes lluvias de las últimas semanas.

—Entendería que me odiases —me dirijo a la tumba donde Sylvia descansa —, pero tenía que salir de aquí. No por mí, sino por mi hija. ¿Puedes creerlo? Aquellas vacaciones provocaron esto y ahora soy mamá de una niña preciosa, que adora el mar y comer chocolate.

Poso la mano sobre la lápida y suelto un largo suspiro.

—Ojalá estuvieras aquí —una lágrima cae por mi mejilla, pero rápidamente la aparto —, ojalá hubiera podido hacer algo más para ayudarte a ti y a tus padres. Tampoco fui un apoyo para tu hermana y ahora la pobre os está haciendo compañía.

Me enteré hace dos años de lo que pasó en el psiquiátrico en el que estaba internada tras perder a toda su familia por ese loco. No pudo soportarlo y se quitó la vida cuando nadie le prestaba atención. Lamenté con todas mis fuerzas no haber estado ahí, pero los médicos prometieron que le cuidarían y mantendrían tranquila para que pudiera luchar contra la depresión. Sé que Hannah le visitó e incluso mamá, pero todo lo que decían no auguraba nada nuevo. Dejó de comer. Apenas dormía. Se pasaba el día sentada en una butaca mirando por la ventana de su habitación. Le cambiaron la medicación y eso fue lo que le destruyó. Bueno, eso y que... recibió la visita de la madre del monstruo.

Me aseguro de limpiar ambas lápidas —el nombre de su hermana aún nadie lo grabó y me lo apunto para que pedir que lo inscriban—y me pongo de pie admirando las flores. Sé que les hubiera gustado.

El sol se encuentra ya en lo alto del cielo y creo que es un buen momento para regresar a casa de Charlie. De seguro Aisha está que se sube por las paredes creyendo que le he abandonado. Me coloco el bolso en mi hombro y me muevo sorteando las lápidas hasta que llego a un camino de piedra. Solo tengo que seguirlo para llegar a la salida. Pero algo o, mejor dicho, alguien impide que avance.

Entrecierro los ojos para ver de quien se trata, el sol es muy fuerte y justo incide contra mis ojos. Voy adaptándome a la luz cuando le veo. Margaret Kane se ha parado ocupando el camino y me mira con cara de repulsión.

Millionaire: un Amor Imposible #2 [EDITANDO]Where stories live. Discover now