Capítulo 3: Gran noche.

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- Viny, algún día tenemos que jugar la rebancha, eh -Dice fingiendo un enfado.

- Si eres malo con los bolos no es mi culpa -Me río-, algún día serás tan bueno como yo, no te preocupes.

Vamos dando un paseo, hacia la playa. 

- Mira, puede que te parezca una tontería, pero en estos dos días me has caído mejor que cualquier otra persona en toda mi vida -Me dice Rubén, mirándome a los ojos.

- Oh. Tu a mi también -Y me abraza. 

- ¿Quedamos mañana a la misma hora?

- Claro, ¿a dónde vamos?

- Pues no sé, a dar un paseo -Se ríe.

- Vale, bien.

Subimos a la moto y lo llevo hasta su casa. Cuando se baja de la moto me da un beso en la mejilla y entra al portal. Es un encanto. Sé que esto es una tontería pero... Me da la sensación de que le gusto o algo. Lo dudo mucho... Es decir, mírame. Pero es imposible que alguien sea así conmigo. Es que... Conmigo. No sé. Todo es muy raro. 

Llego a casa. Mi madre casi está acabando de hacer la cena. Así que subo a mi habitación a ponerme el pijama. Cuando bajo veo que Adam está en el sofá, viendo Hora de Aventuras. Y me siento con él. 

- Hola enano -Le doy un beso en la frente.

- Ay, quita, tonta.

- Oye, niño, a mi no me llames tonta o sino...

- ¿O sino qué?

- ¡Cosquillas! -Comienzo a hacerle cosquillas a lo loco.

- No, no, no. Para, Viny, para. 

Paro. Le despeino. Y me voy a la cocina a ver a mamá.

- Hola, mami -La abrazo por detrás y le doy un beso en la mejilla.

- Cielo, pareces contenta, ¿qué ha pasado? 

- Pues que el chico nuevo, Rubén, es un encanto. Me cae genial. Creo que vamos a ser grandes amigos. 

- Te gusta ese chico, eh -Ríe. Me encanta ver a mi madre reír. Lo hace poco. Y, las pocas veces que lo hace, es por mi. Cuando yo estoy feliz, ella lo está. Y digamos que en lo que llevo de curso no he sido muy feliz. 

- No, mamá, es solo un amigo.

- Pues a ver si lo invitas a casa algún día.

- Mañana hemos quedado.

- Pues dile que se venga a cenar y a ver una película si quiere. Hasta se puede quedar a dormir.

- Oh. Vale. Gracias, mamá. 

Oigo mi móvil, que está encima de la cama. Voy corriendo escaleras arriba hacia mi habitación. Un mensaje de whatsapp de un número desconocido.

- Hola. Soy Rubén. Cuando estábamos en la bolera y fuiste al baño me llamé desde tu móvil y me guardé tu numero. Espero que no te importe -Y pone un emoticono guiñando un ojo.

Jolín. Si que es un cielo. Me río para mis adentros. 

- Le he explicado a mi madre que existes y esas cosas y me ha dicho que mañana, si tu quieres, te puedes venir a cenar y a dormir si quieres -Y despues pongo 'jajajaja'.

- Me encantaría. Nos lo pasaremos genial.

- Sí.

Se oye a mi madre decir, desde el salón, que la cena está lista. Y bajo corriendo. 

Sólo los tontos se enamoranWhere stories live. Discover now