Capítulo 8: Esa chica de ojos verdes.

7.1K 265 5
                                    

Al llegar a mi casa me doy una ducha rápida y me pongo algo limpio. Me acicalo un poco sin saber por qué exactamente. Creo que la chica aquella... Mimi, me ha llamado bastante la atención. Me dirijo al armario y me pongo una de mis camisetas favoritas, la de Nirvana. Con unos vaqueros rasgados y unas convers amarillas. Aún me duele mucho la cabeza, así que, antes de salir me tomo una aspirina.

Me dirijo rápidamente al Starbucks de la plaza. Y allí la veo. Sentada en la mesa que da a la ventana. Ayer llevaba su flequillo azul hacia atrás con una pinza, hoy lo lleva suelto. Y va vestida con una camiseta de los Lakers, muy grande, unas medias rotas y unas vans lilas. Entro en el establecimiento y ella se pone en pie y me da dos besos, uno de ellos roza la comísura del labio y las dos nos ponemos rojas como un tomate y decidimos dirigirnos hacia el mostrador.

Pedimos dos frappuccinos, ella de fresa y yo de vainilla. Cuando nos los dan nos vamos a la mesa de antes y comenzamos a charlar.

- Oye, tienes mala cara -Me dice preocupada-, ¿te encuentras bien?

- Tengo un poco de resaca.

- Así que bebes...

- No..., es la chica con la que estoy saliendo que me hace hacer cosas que no debo.

- Ah... Así que tienes novia...

Ella pone cara de decepción.

- Por poco tiempo...

- ¿Por qué? -Se asombra. Sus ojos brillan.

- No sé. Es un poco mayor para mi, y encima hace este tipo de cosas... Vale que ayer, gracias a ella te conocí -Se sonroja-, pero eso de beber y fumar... De momento no. No tengo la mayoría de edad y no me siento agusto, ¿entiendes?

- Sí.

La conversación transcurre divertida. Es muy simpática. Cuando nos acabamos las bebidas salimos del local y vamos a dar una vuelta mientras continuamos habando de nuestras vidas. Y acabamos sentadas en un parque, al lado de una fuente preciosa.

- Tienes un pelo muy bonito -Le digo y me río.

- El tuyo también es precioso -Me dice mientras me lo acaricia. Mi pelo es corto, muy corto, pero llevo el flequillo largo, hasta, mas o menos, mi barbilla- pero ¿sabes que te quedaría bien?

- Díme.

- Que te pusieras el flequillo rojo -Dice sonriente.

- Me gusta la idea.

Ella me agarra la mano y sale corriendo. Llegamos a la puerta de un piso.

- Aquí vivo yo -Dice mientras abre el portal.

- Pero...

Me agarra de la mano de nuevo y pone a correr otra vez, dejándome con la palabra en la boca. Subimos rápidamente por las escaleras al primer piso y entramos en la puerta de la derecha.

No hay nadie en casa. Cierra la puerta y nos dirigimos hacia el lavabo. Su báter está al lado de la pila para lavarse las manos y me hace sentarme en el báter y apollar la cabeza ahí. Ella me lava el pelo suavemente y comienza a teñirme el flequillo de rojo. Como el de su vestido de ayer. Una vez acaba de teñirme me seca el pelo y me trae un espejito pequeño.

- Tachán -Dice emocionada.

- Oh. Dios. Me encanta -Y me abalanzo sobre ella para abrazarla. Es un abrazo largo. Mas largo de lo que suelen ser los abrazos de amistad. Y nos separamos muy lentamente y enrojecemos las dos. Reímos.

Vamos a su habitación y nos estiramos sobre su cama, ella tiene las piernas en el lugar de la almohada y la cabeza en el centro del colchón y yo tengo las piernas por el otro lado y la cabeza junto a la suya. No se ven las paredes. Están recubiertas de posters, fotos y dibujos.

- Oh. Espera aquí -Se levanta y se dirige hacia el escritorio. Coge algo y vuelve a ponerse en la misma posición.

Trae una cámara de esas instantáneas que hacen las fotos cuadradas... Vaya, las cámaras de las que se sacó la idea de Instagram.

Nos hacemos fotos. Sonriéndo, haciendo caras raras,...

- Un pequeño recuerdo -Sonríe de manera dulce.

Hay una foto, rota, en la pared. Es ella.

- ¿Por qué esa foto está rota? -Digo. Señalándola.

- Esa es mi ex-novia. Es la primera foto que tengo con el flequillo azul, y como soy tan fan de los recuerdos no quería tirarla... Pero como tampoco quería ver a esa tía nunca mas... Pues la rompí -Sonríe.

- ¿Eres lesbiana?

- Bisexual -Vueve a sonreír.

Continuamos hablando y haciéndonos fotos. Con esa misma posición. Hasta que...

- ¿Y tu novia? ¿Qué vas a hacer? -Me dice. Mirándome a los ojos, aún que con esa posición sea un poco complicado.

Saco el móvil de mi bolsillo. Me meto en whatsapp y le abro conversación. Escribo rápidamente.

- Tenemos que hablar. Ves a la plaza ahora.

- Ok.

Ni siquiera pregunta por qué. Y eso, en el fondo, me jode. A una persona si le dices "tenemos que hablar", aún que le importes muy poco te va a preguntar por qué. Estará colocada.

- Estará colocada -Me dice.

Ha adivinado lo que estaba pensando. Río. Joder, que chica tan maja.

- Venga, vamos a la plaza -Digo mientras me levanto.

- Pero... ¿Yo también? -Se levanta de golpe.

- Sí.

Y partimos hacia la plaza.

Cuando llegamos allí, unos quince minutos después, Angie, está sentada en un banco. No parece resacosa. Se nota que no es su primera borrachera. Pero sí que parece un poco colocada.

Me siento en el banco, a su lado. Mimi no se sienta. Ella nos observa.

- ¿Qué querías? -Dice.

- Tenemos que romper.

- ¿Por qué?

- Porque no creo que debamos estar juntas. Somos personas muy diferentes, ¿sabes? Tu vas a fiestas de lujo, te emborrachas, te colocas y no pasa nada. Pero yo, después de eso, me siento mal, porqué no me veo lo suficientemente preparada.

- Joder, no me creo ni una puta palabra de la mierda que estás diciendo -Se pone en pie, y sigue gritando-, ¿es porqué estás con esta zorra peliazul? Y... ¿Que te has echo en el pelo? Pareze que ester sangrando, enana.

- Cálmate, joder -Interviene Mimi.

- ¿Que me calme? Viny, no sabes lo que estás perdiendo. Mírame bien, nunca, te digo, ¡nunca! Vas a conseguir una chica con este cuerpo, rica, modelo... ¡NUNCA, JODER! Pero tu vete, vete con esa chica de ojos verdes. Con esa zorra, mejor dicho.

Mimi me coje de la mano y nos alejamos. Ella sigue gritando. Al parecer ha vuelto a beber ahora y está pedo. Pero me da igual.

Sólo los tontos se enamoranWhere stories live. Discover now