Sólo los tontos se enamoran

Capítulo 5: ¿Angie es...?

Entramos por la gran puerta principal, es blanca, con una cristalera. 

- Este es el salón.

Es enorme. En la pared de enfrente hay una chimenea. Sobre ella hay una tele de plasma, tiene pinta de ser carísima. Delante de la chimenea hay un sofá blanco, con cojines azul cielo. Y a los lados del sofá hay dos sillones de masajes, del mismo color que los cojines. En una de las esquinas de ese enorme salón hay una pequeña barra de bar. Con muchas bebidas alcoholicas, copas y vasos de todos los tamaños y formas, una batidora y una coctelera. 

Entramos por la puerta de la derecha del salón.

- La cocina.

Gigante y nueva. Parece que no la hayan usado nunca de lo brillante y reluciente que está. Es asombroso. Parece la típica cocina perfecta de los anuncios, de las películas o incluso de las tiendas de muebles. 

Salimos de la cocina, subimos por las escaleras, que están a la izquierda del salón.  Al final de las escaleras, en el piso de arriba, hay un pasillo, con cuatro puertas. A la primera que vamos es la del extremo de la derecha.

- Esta es mi habitación.

Hay una cama de matrimonio que, por lo menos, es dos veces la cama de mis padres. Está llena de almohadones enormes, mantas y peluches de toda clase.

- Cada almohada es de un sitio del mundo -Sonríe.

También hay un espejo enorme. Angi se acerca a él. Lo desliza hacia la izquierda. Es un armario/vestidor. Lleno de ropa. Da la impresión de que no cabe ni un alfiler. 

Salimos de la habitación de Angie y entramos en la habitación contigua. Es una habitación llena de máquinas de hacer deporte. Y las paredes están cubiertas por un espejo enorme.

- Este es mi "mini-gimnasio".

Volvemos al pasillo y nos dirigimos a la siguiente habitación. Entramos. Hay una cama igual que la de Angie, pero sin tanta infinidad de almohadones, mantas y peluches. Aquí hay dos almohadones enormes y otros dos un poco mas pequeños delante, blancos. Y delante de estos, otro almohadon, un poco mas pequeño, peludo y alargado, de color azúl celeste, que combina perfectamente con otros detalles de esta habitación.

- Aquí dormiréis vosotros -me mira y se dirige a mi-, Viny, si no quieres dormir con mi primo puedes dormir tú en mi cama y yo duermo aquí con él.

- No, no importa. Ya hemos dormido juntos varias veces -Río. Aún que también podríamos dormir tu y yo juntas. Lo último lo pienso. No lo digo. 

- Vale. Veamos la última habitación -Me sonríe.

Pubén y yo dejamos las maletas ahí y salimos. Entramos en la siguiente habitación. Es un baño. Hay una bañera enorme de hidromasaje. 

- Aún queda algo mas -Nos coge de la manos a los dos y corre escaleras abajo hasta llegar al jardín trasero. Donde hay una piscina enorme (con tobogan y trampolín), una barbacoa, tumbonas,...-, digamos que he sabido gestionar bien el dinero que he ganado con eso de ser modelo -Nos guiña un ojo. 

JO-DER. Pedazo de casa tiene la tía buena esta. Madre de dios. NO me extraña que gane tanto dinero por ser modelo porqué... Se está quitando la ropa.

- ¡Venga, chicos, quitaos la ropa y tiraos al agua! -Tira el vestido que se acaba de quitar hacia una tumbona y se queda en traje de baño. Se pueden captar todas sus curvas. Tanto las visibles como las no visibles. Está "de toma pan y moja".

Rubén y yo corremos a la habitación a ponernos nuestros respectivos trajes de baño. Bajamos corriendo por las escaleras y nos tiramos de golpe en el agua junto a Angie.

- Esperad un momento -Angie sale del agua y se dirige al garaje. Y vuelve con un montón de pelotas hinchables, flotadores, colchonetas, churros,... Todo lo imaginable. 

Llevamos media hora en la piscina. Estamos haciendo concursos de volteretas y verticales bajo el agua. Y, de repente, lo veo. Angie tiene tatuada la bandera del arcoiris, la bandera LGBT (Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), en la costilla derecha. Oh dios. Rubén se da cuenta de lo que estoy mirando. Se ríe y nada hacia mi.

- Sí, es lesbiana -Y se sumerge de nuevo en el agua.