Capítulo 4: Vacaciones... Entretenidas.

8.1K 332 92
                                    

- Lo siento, lo siento. No puedo -Le digo agitada, apartándolo de mi.

- ¿Por qué?

- Sabes, creo que ya tengo bastante confianza como para decirte esto: soy lesbiana. 

Se ríe.

- Lo sabía. No te preocupes.

- ¿Que no me preocupe? ¿Preocuparme por qué?

- Me refiero a que no me tienes que echar de tu casa por haberte besado. Soy gay. Solo te he besado para que reconocieras que eres lesbiana. 

- Oh... Pues buen plan -Me río. Nos reímos.

¿Gay? Joder... Nadie lo habría dicho. 

- Ya son las tres... Y mañana es lunes... ¿Vamos a dormir?

- Claro.

Nos acostamos los dos en mi cama, que es muy pequeña. Pero estámos cómodos. De vez en cuando me abraza, o le abrazo yo. Me hace cosquillas, o se las hago yo. Hasta que nos quedamos dormidos. Yo encima de él, abrazados. Y yo con sus piernas encima. 

Las semanas siguientes con Rubén son increibles. Hacía mucho tiempo que no me divertía así. Los de clase nos miran raro. Bueno... De echo a mi siempre me han mirado raro. Y siempre me sentía mal por ello. Ahora, tengo a alguien que me quiere y que le importo... Y me da igual todo, joder. 

Estamos tirados en el suelo de la habitación de Rubén. Callados. Escuchando We can't stop de Miley Cyrus.

- Oye -Rubén rompe el silencio-, ¿puedo hacerte una pregunta?

- Claro. Dispara.

- ¿Por qué te quedaste sin amigos? Me dijiste que el curso pasado y el anterior sí que tenías... Pero este no. ¿Por qué?

- Cuando vine a este instituto hice amigas rápidamente. No sé porqué. Y creía que serían de esas amigas para toda la vida. No sé si has leído los libros de perdona si te llamo amor perdona pero quiero casarme contigo, pero amigas como las de la protagonista. Eso creía. Pero no. Al curso siguiente de conocerlas, es decir, el curso pasado, me di cuenta de que eran unas falsas... Y no solo conmigo, sino entre ellas. Se insultaban por las espaldas, y luego a la cara hablaban como si no pasara nada. Y yo no soy así. Hay un dicho que dice: critica a tus amigos a la cara y protégelos por las espaldas, no al revés. Y, a parte de eso, esas chicas eran muy diferentes a mi. Ellas eran, y son, unas zorras y unas guarras. Y yo no. Y me empezaron a dejar de lado, poco a poco, porqué yo era diferente. 

- Oh. Entiendo. Yo, en mi anterior instituto me quedé sin amigos por gay.

Nos abrazamos.

- Te quiero mucho, Viny.

- Y yo a ti.

- En serio, si no fuera por ti...

- Estarías como he estado yo hasta que has llegado tu -Le interrumpo.

Me besa en la mejilla y me abraza mas fuerte. Con él me siento segura. No sé. Es especial. 

- Nosotros seremos amigos para siempre, ¿vale, Viny?

- Sí -Sonrío. Con lágrimas en los ojos. 

Los siguientes meses han pasado ya. Estamos a mediados de Junio. Ya no hay clases, ni deberes, ni exámenes, ni zorras, ni nada. Solo Rubén. Rubén y yo. Me ha invitado a casa de su prima. Vamos a pasar allí dos semanas. Estamos en el coche del padre de Rubén. Él conduce. Nosotros vamos detrás. Rubén está dormido. Tiene la cabeza en mi regazo. Me siento mal dejando a mi madre sola con Adam. Pero, no es por ser egoista, necesito vivir. 

Rubén me ha dicho que su prima es modelo. No la he visto en mi vida... Ya podría haberme enseñado una foto o algo... Para ver si está buena o algo. Me río para mis adentros. Y me quedo dormida.

Un par de horas después oigo una voz masculina que nos dice a Rubén y a mi que nos despertemos. Es su padre, Tony.

- ¡Va, chicos! ¡Ya hemos llegado! -Nos agita. 

Nos despertamos a la vez y bostezamos al unísono. Nos miramos a los ojos, con cara de dormidos y nos reímos. Bajamos del coche. Miro hacia la casa. Es realmente enorme. De repente se abre la puerta de la casa y sale una chica preciosa. Alta, morena, ojos claros, verdes, con el pelo ondulado y largo que le llega hasta debajo de los pechos. Pechos no muy grandes, perfectos. Mi cara ahora mismo es un poema.

- Sabía que te gustaría -Me susurra Rubén al oído. Y ríe.

La chica preciosa se acerca a mi.

- Hola. Me llamo Angie -Me sonríe. Yo estoy a punto de desmayarme-, ¿tu eres Viny, verdad?

- S... Sí.

- Encantada -Me da un beso en la mejilla. Largo. Pero no demasiado. Se aparta y me sonríe-, venga, entrad que os enseñaré las habitaciones. 

- Adiós, chicos -Dice Tony, que se despide desde el coche. 

Estas van a ser unas buenas dos semanas. Me río para mis adentros mientras observo como la chica, Angie, camina delante de Rubén y de mi. 

Sólo los tontos se enamoranWhere stories live. Discover now