Cazadora de brujas

6. Bienvenido a mi juego

Quiero dedicar este capítulo a JaceAlcivar

Y mandarle un saludo y ...ya eso

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Capítulo 6. Bienvenido a mi juego

—¡Andre!—di mi usual grito de saludo

—¡No grites!—me respondió de igual manera

Que gran ejemplo, Andre

Mi entrenador salió de su oficina y en su rostro se formó una mueca, al darse cuenta que venía sola.

—¿Y el resto?—preguntó cruzándose de brazos

—James y Alek llevaron a Mason a hacer las pruebas de football.—me encogí de hombros

—¿Y no te quedaste con ellos?

—Quise prepararles el almuerzo, de seguro vienen exhaustos.—Andre alzó una ceja y una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

—¿Desde cuándo les preparas la comida a los chicos?

—¿Qué? ¿Acaso no puedo tener un lindo gesto?

—A mi se me hace que Mason tiene algo que ver con esto.—se alejó sonriendo

Por supuesto que Mason tenía que ver con esto.

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No podía creer que me estuviera dando el lujo de hacer esto, por lo general soy muy vaga a la hora de cocinar para mi.

Ahora lo hago por los demás.

Vamos a ver...

¿Cómo diablos se supone que prepare esto?

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Como una hora después estaba sirviendo la carne y la ensalada.

Ya no me queda tiempo para preparar arroz.

Con la salsa de tomate puse un pequeño punto rojo en el plato que le tocaría a Mason.

Serví el contenido en cada uno de los platos y para finalizar...

Saqué la fundita que me había dado May y la abrí con mucho cuidado de no botar su contenido.

Tomé un poco de polvo en mis dedos y lo esparcí por la carne y la ensalada de Mason.

Solté una risita emocionada.

Sellé la pequeña funda con una grapadora y la volví a guardar en mi bolsillo.

Escuché la puerta del cuartel abrirse.

Es ahora o nunca.

—Muero de hambre.—se quejó James

Salí de la cocina y me crucé de brazos.

—Vayan al comedor.—ordené y antes que me respondieran grité

—¡Andre, al comedor!

Regresé a la cocina y segundos después escuché unos pasos y luego el sonido de las sillas.

Salí con dos platos en mis manos y les serví a James y Andre que estaban sentados uno al lado de otro.

Luego llevé los platos de Alek y Mason.

Me senté y todos me miraron interrogantes.

—¿Por qué cocinaste algo para nosotros?.—preguntó con detenimiento Alek

—¡Me rindo!

—Tranquila, Alex.—me detuvo Andre

—Pensó que vendrían muy cansados y quiso prepararles algo.—explicó