Mi nombre es Alex y soy una cazadora de brujas
¿Saben que es lo irónico?
Soy una bruja.
Pero no esas brujas con berrugas gigantes y caras destrozadas.
No, eso ya es pasado y estamos en el siglo XXI.
Soy una chica de diecisiete años como cualquier ot...
Llegamos al cuartel intentando no hacer mucho ruido. No queríamos despertar a Andre.
—¿Sabes como podríamos darle el final perfecto a nuestra cita?.—me preguntó Mason con tono pícaro
—¿Qué?
Hizo un gesto para que lo siguiera a la oficina de Andre y entramos.
¿Pero qué demonios?
—Mason.—susurré y él me miró.
—¿Qué hacemos aquí?
—Lo que hacemos mejor. Bromas.—sonrió y me mostró el super pegamento.
Comenzó a echarlo sobre la silla de Andre y luego me la pasó.
—¿Qué quieres que haga con esto?
—Lo que quieras.
La dejé a un lado y busqué por el resto de la oficina algo que me interesara.
Luego escuché la risa de Mason.
—¡¿Quieren que nos descubran?!—grité/susurré
—Mira esto.—me enseñó un bote. Enfoqué con la luz proveniente de mi celular y me di cuenta de que era un bote de pintura.
Reconocía ese bote.
Era el mismo que Andre compró cuando llegué al cuartel y no sabía de que color quería pintar mi cuarto. Así que compró rosa.
Dudaba que aún sirviera.
—Mason, no creo que...—me lanzó el bote y luego la brocha
—Hazlo.—me alcé de hombros y lo abrí. Sumergí la brocha en la dura pintura hasta que el pegasoso líquido la cubriera y luego me dirigí a una de las paredes.
—Pinta.—Mason se había acercado a mi.
—Estás invadiendo mi espacio personal.—traté de removerme pero su cuerpo no me dejaba.
—Sólo pinta algo.—lo salpiqué de pintura rosa
Él se me quedó viendo unos segundos.
—Tú no acabas de hacer eso.—me señaló con su dedo índice
—De hecho. Sí, lo hice y se sintió bien.—sonreí
—Manchaste mi camisa favorita.—se acercó más a mi.—Y pagarás por eso.—se detuvo a milímetros de mis labios.
—¿Si?.—pregunté con un toque de burla.
—Sí.—se lanzó a mi labios.
Me tomó fuerte de la cintura y me acercó más a su cuerpo. El beso se volvió más intenso, desabroché los primeros botones de su camisa y el comenzó a descender su mano. Y luego se separó bruscamente.
Abrí los ojos y vi que Andre lo había separado de mi.
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