8. Castigados

14.5K 1K 148
                                    

—¡Voy a matarte, Mason!—grité y salí de mi habitación furiosa

Estaba toda roja por el sarpullido, del cual estaba segura que tenía que ver con Mason.

Golpeé la puerta de su habitación con mi puño constantemente pero no me abría rápido.

—¡Abre la maldiga puerta!—En vista de que no me abría, me alejé un poco y corrí hasta la puerta para derribarla pero antes de que tuviera contacto con esta, la abrió.

Por la velocidad a la que iba, seguí de largo hasta chocar con su cama y caer boca abajo.

—Wow, Alex. No era necesario tanto escándalo si querías acostarte conmigo.—escuché el sonido de la puerta cerrarse

Juro que voy a matar a este tipo.

Me volteé sentándome sobre su cama.

—¿Qué te hace pensar eso?

—Bueno...estás en mi cama, sólo en ropa interior

Mierda.

Me había olvidado por completo de eso. Pues lo primero que hice al ver todo mi cuerpo rojo en el espejo, fue venir aquí.

Igualmente no es como si me sintiera intimidada en esta situación. No podía dejarle ganar.

Me levanté con decisión y lo encaré.

—Tú hiciste esto.—lo apunté con mi dedo

—Chica lista.—sonrió mostrando ese estúpido hoyuelo que me está sacando de mis casillas.

—Arréglalo.—le ordené

—Me temo, princesa.—tomó una toalla de su ropero.—Que eso no es posible.

—¿Cómo que no es posible?.—le pregunté enojada.—¡¿Acaso es permanente?!

—Se te quitara en unas horas, días, semanas...

—Voy a matarte.—le avisé antes de abalanzarme sobre él y empezar a golpearlo.

Se estaba defendiendo demasiado bien para como estaba hace días y eso debería alegrarme, pero me disgustaba enormemente.

Dejé de pelear y le lancé una última mirada de odio antes de salir de su habitación.

●●●

El baño no pudo quitarme el rojo de la piel y cada vez la picazón era peor.

Bajé a desayunar y me encontré con la ya acostumbrada reunión.

Sólo que yo nunca formaba parte de ella

—Buenos dí...wow.—se interrumpió Andre en su saludo

—Esto es...interesante ¿Es una nueva moda?

Estoy enojada. No, estoy furiosa con el responsable de esto.

—No, Andre. No es una nueva moda.—me serví el cereal de mala gana en el tazón.

—Buenos días.—saludó Mason entrando en el comedor

—Eh...Mason.¿Quieres explicarnos?.—Andre lo miró con una ceja alzada

—No tengo idea de lo que hablan.—se acercó a la encimera donde estaba sirviendo mi desayuno y tomó una manzana.—Lindo bronceado.

Suficiente.

Tomé el cartón de la leche y le eché su contenido encima de su linda y limpia camisa azul.

Sonreí con satisfacción al ver su cara de sorpresa por lo que acababa de hacer.

Cazadora de brujasOnde histórias criam vida. Descubra agora