Cazadora de brujas

26. San Francisco

Un mes después

Alex's POV

Había pasado un mes desde mi pelea con Andre, y él ya podía caminar. Con muletas, un pie enyesado, el brazo enyesado. Pero podía caminar.

Nos ha llamado para que vayamos a su oficina. Dijo que tenía que darnos una noticia importante.

—¿Para que nos llamaste?.—pregunté en cuanto llegué junto con mis compañeros.

—Van a viajar a San Francisco.—soltó

—¿A San Francisco?.—preguntó Alek.

—Sí.

—Andre, eso está a casi dos días por carretera y no tenemos suficiente dinero para pagar un avión.—le recordé

—Lo sé. El dinero lo uso para que tengan un buen hospedaje. Irán a San Francisco y buscarán a un nuevo recluta.

—No podemos dejarte aquí solo.—dijo Mason.

—Bien. Ustedes se quedarán y James y Alek viajarán.

—¿Cuándo salimos?.—preguntó James.

—En una hora. Los datos del nuevo recluta están ahí.—señaló unos papeles sobre su escritorio.

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James y Alek ya estaban en el auto rumbo a San Francisco.

Nos despedimos con la mano y los vimos alejarse cada vez más, hasta que los perdimos de vista.

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Después de dos días de que los chicos se fueran todo ha estado muy tranquilo, Andre estaba en su habitación y Mason y yo nos quedamos entrenando.

—¿Alguna vez has lanzado cuchillos?.—le pregunté

—Varias veces.

—Bien. Ya vuelvo.—lo dejé en el centro de entrenamientos y caminé hasta la bodega, donde estaban los blancos para tirar los cuchillos, que tenían forma de una silueta humana.

Intoducí la combinación y la puerta de metal se abrió. Más que una bodega era algo asi como un cuarto de refugio.
Tenía agua, comida y todo lo necesario para sobrevivir por unos meses. Pero decidimos darle doble uso.

Saqué un blanco y lo dejé a un costado de la puerta.

¿Con uno basta?

Por si acaso llevaré otro. Lo tomé y comencé a dar pasos cortos para no caerme.

—Déjame ayudarte con eso.—escuché la voz de Mason, pero no lo veía. Esta cosa me llevaba mínimo tres cabezas.

—No, yo puedo

—Alex, sólo dámelo.—insistió

—Estoy bien.

Escuché el golpe de la puerta.

Mierda, Mason. No puedes ser tan estúpido.

—No te vas hasta que me dejes ayudarte.

—Dime porfavor que no cerraste la puerta con los dos adentro.

—Sí, la abriré cuando me des eso.

Dejé el blanco apoyado contra una pared y comprobé que sí, la puerta estaba cerrada.

Caminé despacio hasta Mason y me acerqué a él.

—¡Nos encerraste, idiota!—le grité muy cerca de su cara.

—Alex, puedo simplemente abrir la puerta.—me pasé la mano por el rostro

—La puerta sólo puede abrirse por fuera y por el control que tiene Andre en su habitación.