33. Halloween

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MARATÓN 2/5

Alex's POV

¿Qué?. Creo que he quedado en una especie de shock.

¿Me ama?

Acaba decirlo. ¿Me ama?

¿Se supone que debo decirle lo mismo?

¡Ni siquiera sabía mis sentimientos hacia él!

—Ah...yo.—genial, ahora estoy tartamudeando.—Yo...

Él sonrió y apartó un mechón rebelde de mi cara.

—No hace falta que digas nada si no estás segura.—le sonreí y lo abracé

Seguimos bailando hasta que la canción terminó.

En este momento pienso que no fue tan malo perder la apuesta.

●●●

Te amo, te amo, te amo

Esas palabras han revoloteado en mi mente los últimos tres días.

He estado evitandolo últimamente. Trataba de no ser muy obvia, pero me resultaba muy difícil.

Las sesiones de estudio han sido increíblemente incómodas.

Aunque...por momentos olvidábamos todo y nos perdíamos discutiendo sobre alguna tontería y luego reconciliándonos, pero entonces llegaba el recuerdo de él diciéndome que me amaba y toda la magia se esfumaba.

Se suponía que cuando una persona le decía"te amo"a otra, esperaba recibir las mismas palabras.

No sabía si amaba a Mason. Ni siquiera teníamos una relación definida.

Él me gusta, muchísimo. Pero estar enamorada de él...

●●●

—¿Podemos hablar?.—le pregunté

Éramos los únicos en la cocina .

—Seguro.

Okay, Alex. No seas cobarde

—¿Cómo sabes si estás enamorado de alguien?.

Andre levantó una ceja y dejó su café en la encimera.

—¿Crees que estás enamorada?

—No lo sé. ¿Qué se supone que debe sentir una persona enamorada?

—Te voy a contar algo, Alex. Cuando tenía más o menos veinte años de edad, conocí a una chica. Una linda, celosa, loca y testaruda chica. La conocí en un bar al que fui a festejar con mis amigos.
La vi en la barra. Su cabello rubio libre en ondas salvajes, sus labios pintados de un rojo pasión. ¿Qué más daba coquetear y pasar un buen rato?. Entonces me acerqué a ella y comenzamos a charlar.
Me dio su número y me sentí un poco decepcionado. Porque admito que era un idiota y sólo quería acostarme con ella.—solté una carcajada cuando Andre dijo eso.—Bueno. Como iba diciendo antes de que te rieras, era tanta la curiosidad que al final la llamé y quedamos en salir al cine. Ese día cuando fuimos a pedir las entradas, nos dijeron que estaban agotadas. Ella en serio quería ir a ver esa película. Me propuso que nos infiltraramos. Pensé; Wow, esta chica si le gusta vivir al máximo. Así que lo hicimos. Los guardias nos descubrieron y nos sacaron.—soltó una sonrisa.—Cuando la tomaron de los brazos se convirtió en una fiera. Recuerdo sus palabras "¡Suéltame excremento de asno!". Nos fuimos del cine decepcionados, no la volví a ver en un tiempo. Pero cada vez que iba al cine la recordaba. Pasaron tres años y la película la vendieron en DVD.
Cuando me enteré, corrí a comprarla y en cuanto llegué a mi casa le marqué.
Cuando me contestó recuerdo que intentaba mantener mi posición de chico desinteresado. Pero ambos sabíamos que estaba buscando una excusa para volver a verla. Vimos la película y nos besamos ese día, no hubo más. Seguí llamándola, seguimos saliendo y un día me di cuenta de que mi corazón palpitaba increíblemente rápido cuando la veía, cuando estaba enojado sólo necesitaba su tacto para calmarme, que a pesar de nuestras repetitivas discusiones por tonterías, un "lo siento"sincero era suficiente para quedarnos en la cama hablando hasta quedarnos dormidos. Me di cuenta de que estaba enamorado.

Cazadora de brujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora