15. Búsqueda

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Alex's POV

¡¿Qué demonios son esos gritos?!

Salí de la habitación con el celular en la mano.

Me restregué los ojos con una mano y dirigí mi vista a el balcón.

—¿Mason?.—caminé hasta la puerta de cristal.

—Hola.—saludó como si nada

—¿Qué mierda haces gritando a las...—miré mi celular.—cuatro de la mañana?

¡Cuatro de la mañana un bendito sábado !

—¿Puedes abrir la puerta?

Una sonrisa de burlesca se extendió por mi rostro en ese momento.

—¿Te quedaste atrapadado, Mason?

Cuando se enojaba le salía una pequeña vena en la esquina de su frente, dudo que sea consciente de eso.

—Sólo ábrela.—estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no gritarme.

—Las palabras mágicas.—y yo quería provocarlo. Era divertido

—Abre. la. maldita. puerta.—el hecho de que separara las palabras asi, logró que borrara mi sonrisa.

Siempre quería tomar el control de las cosas y se cree que puede ordenarme y manejarme a su antojo. Estaba muy equivocado.

—No.—me di la vuelta con decisión y caminé de regresó a la habitación.

—¡Alex!—me llamó, pero me niego a escucharlo.—¡Por favor!

¿Acaba de decir por favor?

Caminé de regreso hacia donde estaba y lo reté con la mirada.

—Repítelo.

Suspiró

—Abre la puerta, por favor.

¡Bien, Mason! Eso es un avance.

Apenas abrí la puerta, entró más rápido que un rayo y tomó su ropa para dirigirse al baño.

Sentí como el aire frío entró en la habitación, así que cerré la puerta de inmediato. Debió estar congelándose allá afuera.

Quería disculparme por no abrirle más rápido pero lo que salió de mi boca fue...

—¿No se te olvida algo?

Dios. Soy tan estúpida.

Se detuvo y rápidamente caminó hacia mi, no hubo ni un rastro de duda en ninguno de sus pasos. Se detuvo a centímetros de mi cuerpo.

Di un mini paso hacia atrás, pero me negaba completamente a darle el control a él.

Se acercó a mis labios muy despacio y se detuvo a casi nada de distancia.

—Gracias.—pude sentir como nuestros labios se rozaron y una pequeña descarga de electricidad recorrió mi cuerpo.

¿Qué acaba de pasar?

•••
—Alex, me pasas la soga.

—¿No tienes pies?

James me miró con sorpresa, mas no dijo nada, caminó lentamente hasta donde estaba y tomó la cuerda que reposaba a mi lado en un sofá y luego regresó corriendo a su lugar.

—Buenos días. ¿Quién está listo para encontrar a la nueva recluta?.—Alek entró en la habitación.

—¿Por qué tan tarde? ¿Acaso no estás igual de comprometido que el resto?.—pregunté enojada

Cazadora de brujasWhere stories live. Discover now