08

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— ¿Qué sucede con el gobernador? Hace varias semanas que no se ha dejado ver.

Los guardaespaldas miraron al secretario con sus expresiones inmutables.

—Es información confidencial.

El hombre de traje rodó los ojos y bufó en señal de molestia.

Hace días que preguntaba sobre su jefe y lo único que recibía eran respuestas como "no sé", "no es de nuestra incumbencia" y ahora "es información confidencial".

Información confidencial mi culo.

—Sí, lo sé, pero cuando el presupuesto de la ciudad debe ser revisado por él y no da señales de vida, lo de "información confidencial" deja de valer. ¿Entienden?

Uno de los guardaespaldas bajó la mirada y, con un suspiro cansino, dejó caer los hombros en señal de derrota.

—No lo sabemos —Confesó—. Simplemente nos comunicó que estaba enfermo y que no dejáramos a nadie entrar a su sector de trabajo.

Con el ceño fruncido, el hombre se dio la media vuelta y volvió en sus pasos, perdiéndose en sus pensamientos.

¿Qué sucedía con el gobernador? La última vez que lo había visto notó que lucía algo enfermo, pero desistió de remarcarle que debía cuidar mejor su salud y pasó por alto el tema.

—Quizás haya recaído —Susurró para sí mismo—. Siempre está trabajando duro para hacer prosperar a la ciudad.

Y restándole importancia una vez más, dejó el sector del gobernador y se dirigió a la sala de juntas para cumplir con su trabajo.

















Se sentía cálido y completo, rodeando el cuerpo del hombre bajito que yacía desnudo y con la cabeza apoyada en su pecho.

Chanyeol jamás lo admitiría en voz alta, pero el enano lo había dejado con ganas de más. Su vida sexual era activa cuando tenía tiempo, fuese con mujeres u hombres, no le importaba realmente, pero hace un par de horas, cuando sintió como los músculos internos de Baekhyun asfixiaban casi dolorosamente su miembro, sintió algo que jamás había sentido.

Gusto. Gusto de su acompañante y amante por esa noche.

Abrió perezosamente los ojos y se topó con la cara angelical del más bajo, su respiración calmada haciéndole leves cosquillas en la piel de su pecho. Bajó la mirada por todo su cuerpo, defendiéndose y mirando con descaro la parte de su trasero que no estaba del todo cubierta por la sabana.

Jadeó cuando sintió pequeñas vibraciones en su pene.

El pequeño timbre de su telecomunicador le hizo despegar la mirada del chico y alejarse de su calor, inclinándose hacia un lado para alcanzar el aparato.

Es muy tempano como para que me llamen, joder, pensó con fastidio.

—Park Chanyeol —Respondió con tono monótono, arreglándoselas para hablar bajo, pero claro con tal de no despertar a su acompañante y de que la persona que lo llamaba escuchase.

Experimento 0111 » hunhan.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum