Experimento 0111 » hunhan.

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―Luhan se quedará en el laboratorio hasta que vuelva a la normalidad. No puedo dejarlo salir así de vulnerable en medio de todo este caos.

Yoongi apretó la mandíbula y contuvo sus ganas de golpear la pared frente a ellos.

―Es cosa de tiempo para que los creados lleguen y Luhan decide tener sus arranques de humanidad.

―Tarde o temprano pasaría ―intenta calmarlo el general, camino al fracaso―, las alteraciones siempre tienen sus fallas.

― ¿Y justo tuvo que pasar ahora, estando tan cerca de la misión final?

―Será cuestión de horas.

―Pues más vale que sea cuestión de horas ―bramó irritado Chanyeol, harto de todo―. Él tiene en sus manos la vida de todo este maldito ejército y de la ciudad.

Yixing, quien se mantuvo ajeno al arrebato de ira de Yoongi y Chanyeol contra el general, miró sin dar crédito a lo que estaba escuchando de sus compañeros.

― ¿Qué mierda les pasa? ¡Están hablando como si la vida de todos valiese más que la de Luhan!

Donghae retrocedió cuando el ambiente se volvió tenso entre los tres soldados de elite, avecinando que nada bueno saldría de esto y mucho menos con la cabeza tan llena de mierda ante la presión.

― ¡Él es el único que puede salvar a todos de esta mierda, Yixing!

―Tú sabes perfectamente el costo de eso y no te veo afligido, hijo de puta.

― ¿Qué demonios estás insinuando? ―esta vez Yoongi interfirió, mirando amenazante los ojos oscurecidos del azabache.

―Oh, verdad que ustedes se enamoraron de esos estúpidos novatos y olvidaron que gracias al chico que está dentro de ese puto laboratorio están aquí ahora.

― ¡Cierra la boca!

Estaban listos para atacarse entre sí, deseando que toda la frustración e impotencia contenidas en sus cuerpos saliese con un buen par de golpes y mordidas. Sin embargo, la voz ronca y escalofriantemente calma de cierto chico los detiene.

―Den un paso y juro que el que se encargará de matarlos no será un maldito creado.

El semblante cansado del peliblanco es lo primero que llama la atención de todos, luciendo tan vulnerable y enfermizo como nunca antes lo habían visto. Un vendaje cubre su brazo herido y los rastros de su propia sangre están salpicados en todo su uniforme.

―Luhan... ―jadea Chanyeol, consternado con la imagen que tiene frente a él, mas quedándose con las palabras en la boca cuando una gélida mirada le ordena guardar silencio.

―Fuera de mi vista.

Los tres soldados se miran nerviosos, pensando que la discusión anterior fue escuchada por el peliblanco.

―No quisimos hablar de eso, Lu-

― ¡Que se larguen de una puta vez!

La grave voz hace eco por el pasillo y Donghae es quien tiene que acercarse en un rápido movimiento cuando el chico se tambalea un poco con los ojos llenos de furia y su respiración acelerada.

―Ellos no quisieron decir eso, sólo están afectados por el ambiente.

―Sé que dejaré de existir cuando mi misión acabe, por esa razón soy lo que soy y sigo con vida.

―No es así, tú-

― ¡Soy un experimento, Donghae! ¡¿Cuántos putos años pasé encerrado en ese maldito laboratorio?! ¡¿Cuántas veces frustraron los intentos que tuve de comerme a mí mismo para acabar con esta miseria?! ¡Soy el maldito chico que salvará la humanidad y morirá, porque no tengo otro propósito aquí!