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―Mierda, se acercan demasiados...

Le comenzaba a faltar la respiración dada la carrera de emprendió para llegar al otro lado de la pandereta, escuchando a la masa de infectados que de pronto habían aparecido en su camino. Maldijo otra vez al no ver a Miu por ningún lado, preocupándose el triple ante la condición en la que su compañera se encontraba.

Debía avisar, pero se estaba exponiendo a mucho a sacar el radio. Miu le había advertido que era una zona peligrosa por la presencia de los traidores y hasta del mismísimo Taemin. Ir por las azoteas tampoco era una opción, menos por tierra porque no tenía las armas suficientes como para proteger su vida de los infectados ni de los soldados.

Bufó, se sentía horriblemente frustrado y con demasiadas preguntas en su cabeza.

―Pst, Hoseok.

Un susurro se escuchó sobre su cabeza y se le heló la sangre al notar la mirada oscura de Jang, asomada en la orilla de la azotea del edificio donde él se encontraba escondido. Rápidamente subió donde esta se encontraba y observó con temor a su alrededor, dándole un fugaz análisis a su entorno.

―Mira eso.

Él vio hacia la dirección en la que Miu estaba apuntando, más allá de las murallas y se le secó la garganta al darse cuenta de lo que venía hacia ellos. Varias camionetas blindadas alrededor de un camión negro y una horda de zombis detrás, dirigiéndose por el camino pavimentado hacia todas las restricciones que tenían antes de la muralla.

― ¿Q-qué mierda...?

―Debemos informar esto ahora ya, así que iremos hacia donde están todos.

―No creo que podamos llegar sin que nos maten en el camino.

Miu chasqueó la lengua.

―Quizás, pero tenemos una ventaja a nuestro favor.

Hoseok la miró con el ceño fruncido.

― ¿Qué cosa?

―Tengo hambre. ―y sus ojos se tornaron completamente negros.

Jung entendió y asintió decidido, asegurando el arma que tenía en su cinturón para enseguida comenzar a moverse de azotea en azotea con Miu siguiéndolo de muy cerca. Unos minutos más tarde descubrió lo que Miu quiso decir, cuando un traidor apareció en su camino y le apuntó con su arma, mas siendo derribado por la muchacha para acabar muerto de una mordida en su yugular.

Hoseok llegó a la conclusión de que Miu no debía morir en aquel momento y que tomaría un rol fundamental en las próximas horas, por algo le inyectaron la sustancia. Esa parecía ser la batalla final y ratificaba en ese hecho al haber visto todo el batallón desconocido que se dirigía hacia ellos.














Las alarmas volvían a hacer estruendo en el centro de la ciudad, obligando a toda la División a evacuar nuevamente las instalaciones del lugar y dejar a la elite entre la espada y la pared.

Donghae intentaba pensar en algo rápido, pero tanto el estruendo como las maldiciones que Yoongi soltaba al aire impedían su cometido. Necesitaba evacuarlos también, siquiera sabía a lo que se iban a enfrentar y por lo mismo debía resguardar lo más posible la vida de los chicos, pero no sabía qué hacer con Luhan y su inerte corazón.

Experimento 0111 » hunhan.Where stories live. Discover now