Capítulo. 4

4.1K 362 10
                                    


Mire con desespero a cada lado, procurando aunque fuera estúpido que los muebles me hablaran para poder salir de esta.

—Stiles... -te oigo decir mi nombre, mientras tus nudillos se tornaron blancos por la furia causada por mi silencio.

—Te... juro... que no he dicho nada... -no llegue a terminar cuando sentí tus brazos levantándome justo frente tuyo.

Estaba claro que no era bueno mentirte, pero era injusto que tú siempre lo hicieras, pero, yo por ser Stiles, no. Estaba cansado de esto, y aunque deseaba irme, sé que no me lo permitirías. Realmente te volviste muy egoísta.

—Quiero la verdad. –dijiste con una voz entre calma y a punto de explotar. Tenía miedo, era humillante decirlo pero mi cuerpo había comenzado a temblar, odiaba verte de aquella forma.

Temer, temerte y no saber quién eres.

Soportar, soportarte.

Ya no llegar a reconocerte.

11 de Febrero del 2014.

—Oye, que raro es verte por aquí. ¿Sucedió algo? -dice el rubio frente a mi. 

—No molestes Isaac, no estoy de humor para tus bromas. -digo, estoy realmente cabreado. Miro mi móvil, son más de las 1:35pm de seguro y estés encerrado en nuestra habitación, a pesar de que haya quitado las llaves de cada puerta tu consigues aprisionarte de alguna manera. Sin darme cuenta presiono con fuerza el móvil, el rubio sonríe y me lo arrebata de las manos.

—Peleaste con tu chico. ¿Verdad? No hace falta que lo confirmes, cuando presionas de esa forma el móvil mientras miras su foto. -se ríe, y devuelve mi móvil, suspiro y trato de ignorarlo. Al notar mi falta de atención se retira, sin antes servirme otro whisky. Río irónicamente ante el nuevo vaso frente a mi, ese tono me hace acordar tanto a tus ojos... 

Permanezco una hora más antes de volver a casa, miro nuevamente mi móvil, 3:10pm, antes de ingresar por esa puerta. Siento arrepentimiento por mi comportamiento, pero no pienso aceptarlo, fue tu culpa no tengo porque...

Miro por doquier toda la gran sala, no estás esperándome. Todo está a oscuras, enciendo la luz de la cocina para poder encontrar un vaso y llenarlo con agua. Siento un poco de dolor de cabeza. El silencio me molesta por alguna razón. Tanteo mis bolsillos y encuentro mis llaves, y con ellas las tuyas. Sabía que estarías en casa no podías haberte ido aunque quisieras.

Camino por la casa en silencio miró las grandes escaleras y sin pensarlo más me dirijo a nuestra recamara. Al estar frente a aquella puerta noto que una luz se escapa. Estas despierto, me confirmo.

Miedo, culpa, pero... 

Culpa, soy culpable...

Pero...

Culpa... La culpa no es mía.

—Stiles... -digo, ingresando en la habitación. 

Pero... no estás en la cama, miró la puerta del baño y sigo los pequeños ruidos... Ahí estás, mirándote al espejo, noto que estás llorando. Caminó con sigilo hasta poder quedar detrás de ti, levantas la mirada al gran espejo y me ves reflejado, vuelves a agachar la mirada y noto como tu cuerpo tiembla. ¿Eso lo produje yo?

Estiro mi mano hasta tu brazo, te hago girar para que me mires. Cuando lo haces las lágrimas bañan tus mejillas, no me gusta verte así, pero no se puede evitar. 

"No, ya no eres el mismo". (Sterek). [CORRIGIENDO]Where stories live. Discover now