"No, ya no eres el mismo". (Sterek). [CORRIGIENDO]

Capítulo. 16

 No has bajado ni hablado conmigo en toda la tarde. Te llame para cenar, pero me habías dicho que no tenias hambre. Miro a mi alrededor, estoy rodeado por un extenso paisaje de árboles mientras me recargo en la baranda de madera del balcón. Saco el móvil y de el compruebo que son más de las 22 hs, me siento cansado y muy mal por mi idiotez de hoy. 

—Derek... ¿Estás aquí? -al escucharte vuelvo mi mirada rápidamente y ahí estabas recargado en el ventanal con una mirada algo tímida. 

—Si, ¿ocurre algo? -hablo lo más calmado y tranquilo, para procurar no asustarte.

—Quería hablar contigo. -dices, y me miras con tus bellos ojos desprendiendo esa extraña sensación que produce un inmenso miedo en mi cuerpo. Asiento, no tengo ganas de escuchar por alguna razón. 

Una vez dentro, me acomodo sobre el extremo de la cama y tú te acomodas frente mio, en el pequeño sofá a juego. Sin mencionar palabra alguna, dejó que tomes la palabra. No hay mirada, ni palabra invadir nuestra pequeña reunión. Noto que bajas la mirada, no sabes cómo encarar el tema. 

—Sabes, tengo miedo. -haces una pausa y juntas tus manos acariciandolas con algo de nerviosismo. — Ahora mismo lo tengo. Las veces en que te hacia frene lo tenia y aun lo tengo. -tiembla tu voz al pronunciar esas palabras. —Quiero que vuelvas a ser el de antes Derek, se que no soportas verme con alguien más, o con la sola idea de que te deje te vuelves completamente un extraño para mi. -susurras, respiras profundo y continuas. —No quiero que todo termine y menos por estas razones, si en verdad terminamos quisiera que todo fuera por algo distinto. Además, que todo quedara en un conjunto acuerdo por parte de ambos. Sin amenazas, peleas o hasta agresiones. Tu psicóloga me advirtió de estos pequeños arranques y que luego tendría que informarle, lo bueno es que has reaccionado y te has dado cuenta de lo que estabas haciendo. -sonríes. —Eso es bueno y me alegra que no hayas intentado algo más... -se a lo que te refieres, me digo. —No quiero que vuelvas a hacer esas cosas Derek. Te amo, no sabes cuanto. A pesar de todo te sigo amando y la esperanza de que vuelvas a ser el mismo de antes aun no se a borrado de mi. -tu mirada se posa fijamente en la mia, sonrio y puedo notar que estas luchando por no llorar y dejar de hablar.  —Los celos no son nada bueno, y aunque yo también los tenga cuando alguien se acerca mucho a ti; como tus amigas o colegas del trabajo, sinceramente me enferman cuando son tan melosas. -frunces el ceño y me encanta tu leve puchero. 

Espero que continues, pero parece que te pierdes un rato en tus pensamiento, niego y me acerco hasta a ti. Me inclino y beso tu frente. Eso me reconfortaba, estaba por alejarme cuando siento tu mano aferrarse a la mía. Te paras con cuidado, sin soltar mi mano y al estar frente a frente me miras con tus bellos ojos color miel tan preciados para mi. 

—¿Stiles? -sonríes, levantamos nuestras manos hasta tocar nuestros pechos. Tener tu mano aferrada a la mía, me hace sentir una gran felicidad. Me inclino un poco y rozo mis labios sobre tus nudillo. —Es mejor que vuelvas a tu habitación. -digo, a pesar de que mi cuerpo no quiere que te alejes. 

—Estoy bien, no huiré Derek. -mi corazón se contrae al escuchar esas palabras. —Se que así te sentirás más seguro. -siento que tu cuerpo se estremece un poco. Tratas de disimular que todo está bien. No quiero eso. Ya no, en verdad quiero que tú también seas el de antes. 

Diriges mis manos hasta tu cintura, estás actuando sumiso por miedo lo se... cuánto me gustaría que no fuera por ello. 

—¿Sandra, te recomendo esto? -me miras y bajas la mirada. —Lo sospe...

— No. Solo quiero que confíes en mí, de esta manera tu mismo tienes más confianza en ambos. -susurra, aferrando tus manos a mis brazos. —Esta es la mejor...