Danger. ‹‹ Mario Bautista.

Capítulo 8.

Narra Mario. 🔹

Desde ayer, Daniel no ha dejado echarme en cara lo idiota que fui al defender a Sofía. Dice que su presencia ha cambiado mi forma de ver la vida, mi conducta y sólo me meto en problemas, sus problemas.

Después de ir a dejar a Sofía a su universidad, me dirijo a la mía con la felicidad a flor de piel. Husmeo un momento en mis bolsillo encontrándome con el pequeño trozo de papel que Sofía me había entregado invitándome a una carrera...

¡Mierda, es hoy!

(...)

- ¿Que iremos a donde?, ¡Mierda!, ¡El auto!, ¡Las llaves! - Grita Juanpa.

- Desventajas de tener amigos como ustedes. - Escupe Mau con sarcasmo.

- ¡Ay, Mierda! - Vuelve a gritar Juanpa. Ha caído con la cara pegada al suelo.

Río a carcajadas por la caída de Juanpa y entro a mi habitación. Las clases pasaron más rápido de lo que pude procesar, incluso no he dormido en clase de química, ¡Viva...lo que sea que haya logrado eso!

Salgo de la habitación listo para, lo que sea que esté apuntó de hacer, y sé, que ustedes también saben lo loco que Daniel se pondrá si se entera de que me largaré a un carrera de motocicletas, pero que va, ya no soy un niño.

- ¿Quieren apresurarse?, llegaremos tarde. - Replica Juanpa.

- Eres más insoportable que Mario cuando está molesto. - Dice Mau.

- Osea, siempre. - Añade Juanpa.

- Voy a matarlos si no se callan y caminan.

Salimos de casa en silencio y entramos a mi auto, hace un frío infernal afuera, no son más de las 7:30 PM. Enciento en auto y conduzco hasta el lugar pre-destinado.

(...)

El rostro de Mau pinta repulsión t terror, yo no estoy tan diferente, jamás creí que alguien como Sofía participará en carreras de este tipo, o bueno si. Por otro lado, Juanpa parece aún más emocionado que todos las personas en este lugar.

- Esto es maravilloso, santo Dios, Mario tienes tanta suerte. Mira que tener a una chica linda y ruda en la mira, no es cosa de todos los días.

- Daniel va a molestarse. - Espeta Mau serio.

- A la mierda con Daniel, no soy un niño. El no puede mandarme más. - Contraataco.

El aroma a gasolina se filtra por mis fosas nasales, giro mi cabeza encontrado la figura de Sofía charlando con otra chica. No había notado lo pequeña que es, digo, 1.58 quizás...escaso para mí 1.75.

No tarda mucho para que nuestras miradas se encuentren. Ella esboza una sonrisa y se acerca a pequeños saltos, como una niña pequeña. Usa unos jeans ajustados, una camiseta gris, con una camisa a cuadros roja por encima, unas viejas converse y su cabello está desordenado.

- Viniste. - Dice con una sonrisa.

- Era mi forma de pago, no podía faltar.

- Bien, chico gan...Mario, prepárate para esto. - Me sonríe.

- Bien, Sofía, estaré listo.

- ¿Cómo sabes mi nombre si yo apenas memorizo en tuyo?

- Oh, el primer día tu camiseta decía en letras grandes "Sofía Ruíz".

Ella sonríe y se aleja hasta quedar frente su motocicleta. Devuelve la mitrada hacia mí y guiña un ojo mientras su sonrisa se ensancha.