Capítulo 26.

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Narra Sofía. 🔹

- ¿Hablar sobre qué? - Mi voz suena firme aunque por dentro este nerviosa.

- Sobre el repentino cambio que ha tenido mi hermano desde que te conoció. - Dice indiferente. - No quiero que estés cerca de él, solo estás haciéndole daño, estar contigo es un peligro.

- Mario se comporta así porque tal vez ya se dio cuenta de que su vida estaba siendo arruinada por su hermano mayor. Tal vez se canso de ser lo que todos esperaban y empezó a ser lo que él quería.

- Eres una insolente. - Se acerca amenazante.

- Uh, ¿insolente?, ¿qué vas a hacer?, ¿golpearme? - Ironizo deslizando una sonrisa burlona. 

- Algún día, te darás cuenta de que estar lejos de mi hermano es lo mejor para ti y para él.

Hago caso omiso a sus palabras y camino a la parada del bus, que para mí mala suerte, ningún maldito bus está disponible, así que tengo que esperar un Taxi.

La sangre me hierve, quiero golpear todo y a todos, podría golpear lo que sea, he imaginaria que ese lo que sea es el hermano de Mario.

Mis nudillo están tan apretados, que se han tornado blancos, y duelen. Alguien se para tras de mí, por un segundo creo que es Daniel, pero cuando me giro, me quedo helada.

Katina, otra vez.

- Oí todo... - Murmura.

- Déjame en paz de una vez, solo apareciste para darme más problemas y recordarme todo. - Mi voz suena temblorosa.

- Así empezó todo con Cristian, ¿recuerdas?, empezaron saliendo a las carreras, lo hacías escaparse de su casa, sus padres le decían que se alejara de ti, y mira...está muerto Sofia.

- Vete, no tengo tiempo de escucharte.

- Aléjate de una vez, antes de que sea demasiado tarde, el también va a morir por culpa de sant... - No la dejo terminar.

- ¡Qué te vayas!, ¡Vete y no vuelvas a buscarme!

Salgo corriendo por la calles, estoy tan desorientada que no sé ni siquiera donde estoy, las lágrimas que caen por mis ojos no me dejan ver casi nada.

Caigo al suelo torpemente y me quedo ahí, sollozando, no se oye nada, incluso puedo decir que estoy totalmente sola.

- ¿Sofía? - Pregunta preocupada una voz que reconozco por completo.

- Mau. - Digo y me lanzo a sus brazos.

- ¿Qué pasa?, ¿qué tienes?

- Daniel, eso pasa, eso tengo. - Sollozo.

- Ese bastardo. - Murmura. - Hey, Sofía, basta, tranquila. Escucha, sé lo que Mario siente por ti, y ningún comentario estúpido de Daniel va a arruinarlo.

- Solo le causo problemas. - Sollozo. 

- Eres el mejor y más bonito problema que hay en su vida. Venga, levántate y límpiate esas lagrimas, si Mario te ve así, nos mata. - Me aconseja. 

Asiento y me levanto del frío piso de concreto. Paso mis palmas por mi húmedo y pegajoso rostro, sacudo mi ropa. Sigo a Mau. Él está abrazándome, le he tomado gran cariño, es como el remplazo de hermano mayor ahora que Mateo no está.

Subo a su auto y recargo mi cabeza sobre la ventanilla. Todas las palabras que dijo Katina atacan mi cabeza de una manera terrible.

"Mario va a morir", "Todo comenzó así", "Sus padres le decían que se alejara de ti", "Ahora el está muerto"

Vaya vida, Sofí.

Danger. ‹‹ Mario Bautista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora