Capítulo 34.

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Narra Sofía. 🔹

Mario tarda demasiado, ¿qué tan difícil es encender un auto y venir hasta aquí de nuevo?, más aparte estoy muriéndome del frío aquí afuera.

El lugar está muy solo, pero no interesa mucho, sigo dentro del lujoso restaurant, y quiero pensar que aquí no corro peligro alguno.

- ¡Sofía! - Me llaman desesperadamente. Giro mi cabeza.

- ¿Katina?, ¿otra vez tú?, ¿qué haces aquí? - Digo irritada.

- ¿Dónde está Mario? - La miro confundida. - ¡JODER, SOFÍA DÍMELO! - Grita.

- Fue...por el auto a-al estacionamiento. - Digo asustadiza. Ella jamás grita.

- ¡Mierda! - Masculla.

- ¿Qué pasa Katina? - Cuestiono preocupada.

- Es Santiago, hable con él hace media hora, dijo que... - Se detiene por falta de aire. - Dijo que hoy Mario correría la misma suerte que Cristian.

Mi corazón se congela y mis piernas comienzan a flaquear. Mi garganta se ha secado tanto, que duele y puedo sentir las bilis atascarse ahí mismo. Mis ojos se cristalizan y en un segundo, corro hasta el estacionamiento.

Los pasos de Katina se oyen tras los míos, ella luce igual de preocupada que yo. Los sonido que provienen del estrecho lugar me hacen temblar, ni siquiera había notado que ya estoy llorando.

Me detengo en seco cuando veo a Mario tendido sobre el suelo, con muchos golpes, demasiados. Miro a Santiago con odio y él sólo sonríe como el maldito que es para luego salir corriendo, como...todo un cobarde con sus acompañantes.

Me acerco hasta Mario a grandes zancadas y trato de no desmayarme por el impacto. No parece estar respirando, no reacciona, es como si hubiera...muerto.

Sacudo mi cabeza alejando el mal pensamiento y dejando salir aún más lagrimas. Comienzo a buscar su celular entre sus bolsillos, Katina ha llamado a una ambulancia, es mi turno de llamar a Mau y a Daniela o Leo.

(...)

Las enfermeras corren de un lado a otro con rostros pálidos, poniéndome más nerviosa de lo que ya estoy, he estado aquí 1 hora, y nada pasa.

Mau no llega, y tampoco Juanpa, ellos dijeron que estarían aquí y que se encargarían de decirle a los padres de Mario. Daniela y Leo llegaron hace un poco más de 20 minutos.

Estoy hecha un desastre, mi cabello está enmarañado, mis ojos están hinchados, mi maquillaje corrido y no puedo parar de llorar, es demasiado para mí.

Giro mi vista hacia la entrada del hospital y veo a Mau & Juanpa entrando por la metálica puerta. Corro hasta ellos, me cuelgo del cuello de Mau y sigo llorando.

- Sofi, tranquila, todo...todo estará bien. - Dice el intentado sonar seguro, pero sé que por dentro está igual de asustado que yo.

- ¿Qué fue lo que pasó? - Pregunta Juanpa.

- Saben que él y yo fuimos a...cenar, él dijo q-qué iría por el auto, tardaba demasiado, y antes de ir a buscarlo Katina llegó, entonces ella...ella dijo que Santiago, lo... - Suelto en llanto una vez más.

Mau me estruja contra su pecho y lloro aún más, Mario no reacciona, por mi jodida culpa.

- ¡Eres una asesina! - Gritan hacia nosotros. Levanto la cabeza.

- Daniel, yo... - No me deja terminar.

- Todo esto es tu culpa, eres un desastre, el jamas habría llegado aquí de no ser por ti... - Grita.

Tiene...razón...

Danger. ‹‹ Mario Bautista.Where stories live. Discover now