Capítulo 9.

2.8K 167 4
                                    

Narra Sofía. 🔹

Daniela ha estado más que inquieta, dice que la presencia de Mario en esta carrera es una manifestación divina de que debemos estar juntos por el resto de nuestras vidas. Idea descabellada ya que apenas lo conozco, y no podré salir con nadie más si no es Santiago.

Larga historia...

Los motores empiezan a sonar, esta es "La carrera de año", según Leo, quien por cierto comparte sentimiento con Daniela, ya que a mí soplona mejor amiga, se le escapó la historia de cómo conocí a Mario.

(...)

La carrera termino bien, no fui la ganadora, pero tampoco quede tan mal. Mi corazón da un vuelco enorme al sentir la traviesa mirada de aquella ultima carrera, olvide por completo que Katina está aquí, la he evadido durante días.

- Eres una verdadera zorra. - Dice Santiago halando de mi brazo.

- ¿Qué te ocurre? - Espeto molesta.

- ¿Por qué diablos trajiste a ese niño bonito y mimado aquí?

- Porque quiero y puedo, déjame, estas lastimándome.

- Te recomiendo, pequeña...que lo alejes de ti, ¿recuerdas lo que le pasó a Cristian la última vez?, no querrás que lo mismo le ocurra a ese chico si por alguna razón, te enamoras de él.

- Ya madura. - Digo soltándome de su agarre.

Camino a pasos apresurados, creo que en cualquier segundo voy a escupir fuego por la boca. Daniela me mira con un semblante temeroso y confundido, le dedico mi sonrisa más fingida y continuo caminando.

- Huy, alguien está molesta porque no ganó. - Dice la voz de Mario a mis espaldas. Había olvidado que estaba aquí.

- Ay dios, soy tan descortés. Lo siento, tuve algo que hacer... - Sonrío sincera.

- Nada de disculpas, ¿has terminado?

- Si, yo...ya me iba.

- Yo invito la cena, ¿vienes?

Asiento con delicadeza y me giro sobre mis talones para avisar a Daniela, quien está ligando con el rubio amigo del chico ganzúa, digo; Mario. Ambos me miran y comienzan a caminar.

El aire helado chica contra mi cuerpo, causando que mi espina dorsal sienta un cosquilleo gigantesco. Ajusto la camisa a cuadros, dado que es lo único que me cubre ahora. Mario posa su chaqueta sobre mis hombros regalándome una sonrisa.

Cubro mis rostro con mi cabello para que nadie note el poderoso color rojo que ahora tiñe mis mejillas, noto la Sonora risita de Mario. Quiero hacerme un ovillo y salir rodando del lugar.

(...)

El frío se ha disipado, pero no le he fue vuelto la chaqueta a Mario, es cómoda, debo admitir. El rubio estaciona el auto frente un restaurant de comida japonesa. Todos bajamos del auto y entramos al establecimiento. 

El color que desprende el lugar, me obliga a quitarme la chaqueta de Mario y devolvérsela, también remuevo mi camisa y la amarro en mi cintura.

- Lindo tatuaje. - Dice Mario observando el símbolo en mi muñeca.

- Oh, gracias. Lo hice hace un par de meses.

- ¿Algún significado?

- Peligro. - Digo natural. - Está escrito en italiano.

- Bueno, es un tatuaje digno. Porque, eres el peligro más lindo y tentador que he conocido, Sofía. - Dice con una sonrisa.

Una sonrisa jodidamente hermosa.

Danger. ‹‹ Mario Bautista.Where stories live. Discover now