Mis manos están sudorosas y eso me causa un poco de conflicto. El aire está ayudándome, pero no es suficiente, creo que en cualquier momento me voy a desmayar.
- Hola... - Dice la voz tímida se Sofía tras de mí. - Creí que tardarías un poco más.
- Mi emoción fue más grande, lo siento. - Sonrío con timidez.
- Espera un poco, necesito arreglar mi horrible aspecto.
- Siempre eres linda, pero puedo esperar un poquito más. - Guiño un ojo.
Ella entra al edificio y su amiga sale de el, al verme da un salto de emoción que podría asustar a cualquiera. Le dedico una corta sonrisa y ella se acerca.
- Mario...¿No?
- Si, creo que soy yo. - Sonrío.
- Dios, Leo y yo teníamos razón. Si planeas llevarla a tomar un helado, que sea de menta. Adora el té de frutos rojos y detesta el pastel de chocolate. Suerte. - Dice antes de desaparecer.
Si no hubiera sido por esa chica, no sabría que hacer, un helado no suena nada mal. Sofía sale del edificio un poco más arreglada y con una chaqueta de cuero muy linda.
Esbozo la sonrisa más sincera y abro la puerta del copiloto para que ella suba, minutos más tarde, hago lo mismo. Luce nerviosa, y no creo que yo esté tan diferente, su sola presencia me pone los pelos de punta, en el buen sentido.
(...)
Estaciono el auto frente la enorme plaza; el camino no ha sido para nada incomodo, he cruzado más palabras con Sofía de las que tenía pensadas. Bajo del auto y abro la puerta para ella.
Entramos a la plaza y nos dirigimos a un establecimiento de helados. Como si de una manifestación divina se tratase, me llegan a la cabeza los consejos de su mejor amiga, al estar parados frente el enorme contenedor con helados.
- Para ella es menta. - Digo con una sonrisa.
- ¿Cómo sabes eso? - Pregunta ella riendo.
- Oh, soy adivino. Ya sabes. - Ella ríe aún más.
- Eso es seguro. Veamos, si eres adivino, dime algo que lo compruebe al final del día.
- Bien, verás, la cosa está aquí, pequeña. Hoy, va a ser el mejor día de tu vida. - Murmuro.
Ella sonríe y cubre su rostro con el cabello, como si así pudiera esconder el rojo intenso de sus mejillas. Nos entregan muestreos helados y caminamos un poco mientras hablamos,
Divisó un enorme espectacular de una tienda donde puedes crear tu "propio mejor amigo", es la fachada que le dan a venderte un oso de felpa. Tomo la mano de Sofía y camino con ella hasta la enorme tienda, ahora estoy más que nervioso.
- Mira esto. - Digo con emoción.
- ¿Crea tu propio mejor amigo? - Cuestiona incrédula.
- Oh, olvide que eras como una roca. - Ella ríe.
- Hagámoslo. - Dice tomando mi mano de vuelta para entrar a la tienda.
El lugar está lleno de ropa diminuta y osos de felpa muy coloridos. Los ojos de Sofía despliegan un destello de emoción, que jama la creí apreciar en un lugar como este. Caminamos alrededor de la tienda, ni siquiera note que nuestras manos sigue unidas.
Esta, es oficialmente, la mejor cita que he tenido en toda mi vida.
Aquí acaba el maratón chiquillas. 😭 Aquí está Santiago Coronel, ehh. 😏
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