36. Baile, zorras, y un idiota enamorado.

22.2K 1.3K 133
                                    

CHRIS' POV.

Faltaban exactamente diez días para el baile de fin de curso.

Observé los pasillos del instituto llenos de todo tipo de decoraciones, como globos y un cartel al final de éste en el que se leía "Instituto Carihi".

Sabía el significado que tenía que quedaran diez días para mi graduación.

También significaba que sólo me quedaban diez días para estar con ella, y que debía pensar rápido.

Apoyé mi espalda en mi taquilla y le sonreí a Annie.

— ¿Así que hoy piensas saltarte clases de nuevo? — pregunté, y rodó los ojos. Típico de ella.

— Dime que eso era sarcasmo, por favor. — frunció el ceño.

— No lo era, no es normal en ti querer quedarte conmigo en vez de ir a clase.

— Que no se te suba mucho a la cabeza, Parker. Es sólo porque quedan diez días de clase y...

No terminó la frase, me miró y sonrió. Entendí lo que quería decir, y sonreí también.

Vimos venir a Diana corriendo en nuestra dirección, y me aparté antes de que me tirara al suelo.

— ¿Diana? — rió Annie, y ésta se paró en frente suya.

— Nick ha dicho que quiere que vayamos a algún sitio juntos otra vez. — exclamó, emocionada.

— ¿Y por qué la maratón inesperada por los pasillos a las siete de la mañana?

— Ah sí, es que tengo galletas y este sabor no me gusta y...

Antes de que terminara la frase, Annie ya estaba corriendo alrededor de ella para que le diera sus galletas.

Le entregó un paquete de galletas y Annie lo abrazó como si fuera lo mejor del universo.

Negué con la cabeza, divertido, y Diana volvió a su clase.

Me dirigí hacia el campo de fútbol, donde tendría lugar el baile de fin de curso, con Annie detrás de mí.

— Ayer vi a Madison. — anuncié, rompiendo el silencio, y me senté en uno de los bancos del campo.

— Es una pena. Pensé que a estas alturas ya la habría atropellado un coche. — espetó, y reí.

— ¿Siempre tienes que ser tan cruel?

— No siempre. — se sentó a mi lado y sonrió. — Pero es divertido.

— De acuerdo, como decía... — la miré y asintió para que prosiguiera. — La cuestión es que salía del hospital junto con Aaron.

— ¡Santa mierda! — exclamó, causando que me sobresaltara.

— Lo más posible es que esté embarazada, ¿no crees? Ya sabes, por lo del cuarto de limpieza.

— Si lo está, se lo merece. Por zorra.

— Eres muy sádica, Annie.

— Y tú muy idiota y ahora no me estoy quejando. — se levantó. — Como sea, el interior es lo que importa.

— ¿Por ejemplo?

— El interior de una nevera. — sonrió, y rodé los ojos. — ¿Y si seguimos decorando esto?

Asentí, me levanté también, y nos dirigimos a una mesa donde habían globos, confeti, cintas, y demás cosas.

— Entonces, ¿al final irás al baile de fin de curso? — le pregunté.

No soy tu princesa.©Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu