Tercera Canción

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El expreso de Hogwarts, una reluciente máquina de vapor de color escarlata, ya estaba allí, y de él salían nubes de vapor que convertían en oscuros fantasmas a los numerosos alumnos de Hogwarts y sus padres, reunidos en el andén.

Después de despedirse del señor Lovegood y agradecer por su hospitalidad,  se encaminó a un compartimento donde dejó sus cosas, su amiga la alcanzó minutos después.

Luna y Aria comentaban lo interesante que se rumoreaba de este año en Hogwarts, Stet se unió al compartimento junto con  Ross, antes de que el tren dejará el andén.

—Dicen que fue horrible ¿fueron ciertos los rumores?— preguntó la rubia tomando la mano de Von.

—Yo me fui con mi padre esa misma noche, Aria se quedó.—Luna,  esperando que su amiga diga algo, ladea su cabeza. Ella no había querido hablar de lo sucedido aquella noche.

Los Weasley la habían encontrado en brazos de las alumnas de Beubaxtons, completamente aturdida y en estado de shock. La llevaron a la madriguera pero ella se negó a hablar de lo ocurrido alegando que  no recordaba nada.

—Fue horrible, ni siquiera podías correr por los empujones. Incluso levanté a un niño para que no fuera aplastado.— comenta finalmente para no mostrase tan dejada del tema.

—¡Espantoso! —chilló la Hufflepuff.

—La marca tenebrosa estaba allí ¿creen que haya regresado?— pregunta Stet en voz baja.

—Lo hará— afirma Aria con semblante serio —por eso debemos estar preparados— dice decidida, entrelazando sus manos.

—No digas tonterías. —dice Ross con una risa nerviosa.

—No me creas sino quieres,  pero lo verás. Él regresará.

Rosseta se queda callada mirando al suelo con impaciencia, sabe que es cierto pero no quiere creerlo.

Un silencio incómoda a todos en el vagón, al poco tiempo la cabeza de Luna se recarga en la ventana,  cayendo dormida. Rosseta se acuesta en el sofá,  usando las piernas de Stet como almohada, que dormía de igual manera que Luna.  Unos toques en la puerta de la cabina la sacan de su trance, observa una cabellera rubia por la ventanilla haciéndola sonreír. Abre la puerta y sale a hurtadillas, Malfoy camina a un compartimento donde solo hay una niña de segundo.

—Fuera.

La chiquilla de Hufflepuff sale corriendo, cohibiendose al pasar junto a Malfoy.  El chico sonriendo regresa la mirada a la chica que lo mira ceñuda.

—¿Mesa para dos?

—¿Acabas de correr a una niña?- pregunta entrado.

—Para nada.

Cierra las cortinas de la ventanilla y se sienta frente a ella,  observando su rostro.

—¿Qué tal tu verano?— pregunta el rubio.

—Nada mal.— responde encogiéndose de hombros.

—¿Algo importante? Ya sabes... escobas, vuelo...  algún juedo de ...¿quidditch?

—Fui a la final, fue muy entretenida. La pelea que hubo estuvo divertida.— comenta soltando una risilla.

—También estuve allí, lastima que no te vi.

—¿De verdad?  Me hubiera gustado estar contigo unos momentos.

—¿Estuviste acompañada?— pregunta muy interesado, intentando indagar sobre aquel chico búlgaro.

—Luna y Stet fueron conmigo. Conocimos a los jugadores de Bulgaria.

—¿De verdad? ¿Cómo?

Singing For You [D.M] #2Where stories live. Discover now