Singing For You [D.M] #2

Especial

En la mañana del cuatro de enero la sala común de Ravenclaw se encontraba un poco movida, el equipo de quiditch, los amigos de Aria y unos cuantos alumnos con los que ella compartía clase se encontraban alistando el lugar para sorprender a Aria. Stetson, como era de esperarse daba órdenes y le recordaba a todos estar preparados para cuando la chica bajara las escaleras. Finalmente, el líder del equipo de quiditch llegó con una pequeña torta, cortesía de los elfos domésticos.

—Ya viene.— chilló Penelope bajando a prisa las escaleras. Todos tomaron sus posiciones y Stetson encendió rápidamente las velitas del pastel.

Aria baja las escaleras seguida por Luna, ella al ver mucha gente reunida en la sala común, se confunde demasiado.

"¡Sorpresa!" se escucha al mismo tiempo y Stetson y suCapitán del equipo se acercan a ella con un pastel.

Entonces lo recuerda. Hoy es su cumpleaños.

No sabe como sentirse, los nervios la recorren al ver las velitas del pastel.

"Feliz cumpleaños, pide un deseo." Le dice Stetson juntando las manos.

No sabe que pedir así que se acerca y sopla las velas con un solo pensamiento en la mente. «Quiero salvar a Draco.»

Todos en la sala común aplauden, Penelope trae varios platos y tenedores y el pastel se reparte. Es obvio que no todos alcanzan pero aun así uno a uno se dirige al gran comedor para el desayuno. Finalmente Aria sale acompañada del equipo de quiditch y sus amigos. Rosetta se les une en el camino y toma el lugar junto a Stetson bajo la atenta mirada de Luna y Aria. Al llegar al comedor todos toman asiento en la mesa de Ravenclaw y comienzan a comer por exception de Aria que a pesar de sentirse feliz, no tiene apetito.

De repente todo el comedor se llena de murmullos, demasiados.

"Por las barbas de Merlín." exclama una chica del equipo de quiditch. Todos alzan la mirada y ven a Malfoy caminando hacia ellos con un gran ramo de rosas blancas y una caja negra con un lazo morado. El color de sus ojos. Aria está más que sorprendida, Draco llega hasta ella y lentamente le extiende la mano para  ayudarla a levantarse de su asiento. Una vez de pie, él besa sus nudillos y se acerca a su oído.

"Vamos a un lugar más privado." pide él y da un suave tirón.

Ella asiente y sigue a Draco, aún tomados de las manos, bajo la atenta mirada de casi todo Hogwarts.

Llegan al patio y se sientan en una de las bancas frente al gran árbol. Draco deja las rosas sobre el regazo de Sia, ella las toma con cuidado, como si fueran al desbaratarse al tacto.

"Son preciosas, Draco." le agradece ella aspirando el suave aroma que despiden.

"Me alegra que te gusten."— le dice él admirando la sonrisa de la chica sobre su rostro.—"También tengo esto."— le dice entregándole la caja negra.

"No Debiste." Le enternecida tomando la caja.

"Todo por ti." ella le sonríe.

Desata el lazo morado y quita la tapa. Hay un pequeño círculo de plata con una diminuta piedra amatista.

Ella se siente tonta al no saber que es. Draco le sonríe y alza el brazo bajo la estupefacta mirada de su novia. De la nada, un búho blanco de ojos azules se posa sobre el brazo de Draco.

"Recordé que no tienes lechuza. Espero que me escribas más seguido." le dice bajando la lechuza a su altura. Sia alza su brazo y la lechuza se posa sobre el de ella. Draco toma el fino círculo de plata y lo abre para ponerlo alredor de la pata de la lechuza.

"Draco." Le llama ella con los ojos cristalinos. Al verla, su corazón comienza a latir rápidamente, nunca la había visto así. Era una nueva cara que apenas descubría. Aria se levanta y deja ir a la lechuza. Extiende su mano derecha a Draco, el cual la toma lentamente disfrutando del contacto con su piel, se levanta y Aria rodea su cintura enterrando su rostro en el pecho del chico. El mayor corresponde el abrazo disfrutando de la calidez entre ambos cuerpos, una sensación de paz fluye en su cuerpo como cual pez en el agua. Nunca se ha ha sentido tan relajado y con la chispa de esperanza intentando formar una llama. Por que eso es lo que Aria para él.