Décima Segunda Canción

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Mis calificaciones seguían altas e intactas, mis amistades y mi relación con Draco iba de maravilla pero las pesadillas se hacían lentamente más vividas y no vale la pena explicar que me encontraba con Karkarov más seguido de lo que me gustaría. Esta vez no sería así, lo había estado siguiendo esta semana con ayuda de mi mapa del merodeador. También había mantenido un ojo sobre Moody, un auror que intentaba cazar mortifagos en el colegio. Mantener a Snape fuera de su radar también era mi prioridad.

El hombre búlgaro camina ferozmente entre los pasillos dirigiéndose al despacho de Snape, toca la puerta sin obtener respuesta, insiste, pero la puerta permanece cerrada. Finalmente Karkarov se da por vencido y sigue con su camino. Dejo que avance antes de que me comience a mover, para mi sorpresa, cuando paso por la puerta del despacho de Snape, ésta se abre y una mano me toma de mi capa para arrastrarme al interior. Inmediatamente saco mi varita y me suelto de la persona que me a cogido.

—Soy yo, baja esa varita, Black.— espeta el de pelo negro.

—Debo admitir que me sorprendiste.— digo con sinceridad.

—Cortalo, ¿qué haces siguiendo a Karkarov? ¿Y por qué él también te está siguiendo?

—¡Yo lo estoy siguiendo por que él me está siguiendo!— exclamo un poco molesta por el tono que ha empleado.

—¿Por qué?

—¿crees que lo estaría siguiendo si supiera? ya lo hubiera confrontado.— reclamo guardando mi varita.

Un silencio incómodo se forma entre nosotros, me siento en la silla frente a su despacho y bajo la mirada, es extraño mirarlo después de no hablar por meses.

—¿Has... Estado bien?— pregunta evitando mi mirada.

—Sí, todo en orden.

—La marca...— comienza a decir.

—Lo sé, se está haciendo más fuerte y el dolor más intenso.— Snape se recarga sobre la puerta.—Ten cuidado con ojo loco, siempre está husmeando por tu despacho.— le advierto.

—¿Cómo lo sabes?— pregunta alzando una ceja.

—Tengo mis secretos.— espeto.

—Parece que juntarte con Potter tiene sus ventajas.— yo solo me encojo de hombros. —¿Sabes que salir con Malfoy sólo empeora todo, verdad?

—Lo sé.

—Si regresa el señor tenebroso, él se tendrá que convertir en un mortífago.

—Lo sé.

—Tampoco estarán del mismo lado cuando la hora llegue.

—Lo sé, Severus.— digo un poco molesta.—Por eso mataré a Asher, sin importar lo que me cueste.

—Hay cosas sobre él que tú no sabes.

Desvío la mirada, toda esta charla me está irritando.

—Eso también lo sé, gracias por recordarmelo.— me levanto de la silla y camino directo a la puerta. Tomo la perilla y espero a que él se aparte de la puerta.

—Ilay.— me llama por mi verdadero nombre. Inmediatamente me detengo, hace mucho tiempo que no escuchaba ese nombre.—Ten cuidado.

Me dice quitándose de la puerta, en mi garganta se forma un nudo dificultando la sencilla tarea de tragar saliva, me limito a asentir y abrir la puerta.

Mis padres muggles, dijeron que la cuidadora del orfanato les contó la historia de cuando fui encontrada. Envuelta en una manta roja y dorada, un collar de rubí y una nota con mi primer nombre, sin apellido. Ilay. En ese momento recuerdo algo en lo que nunca pensé antes. Aquel collar con la piedra de rubí. Estaba en mi joyero la última vez que lo vi. Repentinamente el deseo de ir a mi antiguo hogar se hizo grande en mi interior. Ese collar era parte de mi pasado y estaba dispuesta a encontrarlo, especialmente ahora que nadie quiere revelarme mi verdadera identidad.

Singing For You [D.M] #2حيث تعيش القصص. اكتشف الآن