Décima Primera Canción

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Hoy era el día, la segunda prueba del tornero de los tres magos. Aria seguía en la Enfermería, sorprendentemente aun no había sido dada de alta a pesar de que ya se sentía bien. Draco  quería ir a ver la prueba con ella, ya que sería dada de alta poco antes de que empezara. Pero era obvio que él estaría apoyando a Krum. Gentilmente le dijo que prefería estar del lado donde Harry era apoyado. Draco solo frunció el ceño. Sabía que ella iba a estar con los Weasleys y Hermione pero no estaba en posición de reclamar por sus amistades. No después de lo que pasó el año pasado. Una lechuza entró por la ventana de la Enfermería, dejó caer un pergamino sobre su cama, dio una vuelta por la habitación y se detuvo sobre los tubos de la cama.

¿Cuando es tu próxima salida a Hogsmesde? Tal vez podamos encontrarnos.

Aria anotó la fecha al reverso de la carta y la ató a la pata de la lechuza antes de que emprendiera vuelo hacia el exterior.

Ya estaba lista y un poco impaciente por salir de allí, su ropa casual combinaba y se veía hermosa. Había peinado su largo cabello y llevaba puesto un gorro negro y por supuesto, no faltaba su anillo. Lo observó por un buen rato, dejando que las emociones la invadiran. Tanto que no se dio cuenta cuando Luna entró junto con sus amigos.

—Vamos Aria, queremos tener buenos lugares. — reprocha Stetson agitando su mano indicándole que se acercara. Aria corre hasta su pequeño grupo de amigos.

—Es bueno verte fuera de esas cama.— le dice Ross abrazando su brazo derecho y recargandose en el hombro de la rubia.

—También me alegro, es muy aburrido estar allí.

—Apuesto que tu novio vino a hacerte compañía.— el tono juguetón que la chica emplea hace que sus mejillas se tinten de carmín.

—Vino todos los días que estuve allí.

—¡Que romántico! ¿No lo crees, Stet?— pregunta emocionada enviándole una cargada mirada al Ravenclaw. Él sólo traga saliva y desvía un poco la mirada.

—No traes guantes, usa los míos.— murmura él tomando las manos de la chica a medida que salían del castillo, gentilmente la separa de Aria y él mismo le pone pone sus guantes azules a la francesa.

—¿Qué está pasando aquí?— pregunta Luna mirándolos directo a los ojos.

—Nada, solo intento ser un caballero.— reprocha Von intentando lucir ofendido. Rosseta se encoge de hombros y rompe el contacto visual con la albina.

En cuanto llegaron al lago, Draco Malfoy esperaba cerca de las tribunas al lado del lago, con Zabini junto de él. Al momento que Aria hace contacto visual con él, éste sonríe. Aria corre a darle un abrazo y Draco la recibe gustoso. Ambos acaparan varias miradas curiosas.

—Hace frío.— menciona Malfoy quitándose su bufanda de Slytherin para colocarla con cuidado alrededor del cuello de la chica. —No quiero que te enfermes.— finaliza dándole un beso en la frente.

—Gracias.— le dice poniéndose de puntitas para darle un delicado beso en su fría mejilla. Draco le sonríe y con la mirada señala a los amigos de su novia, indicandole que puede ir con ellos. —Nos vemos, bye Zabini.— se despide y el moreno le sonríe asintiendo con la cabeza. Sia inmediatamente se aproxima a sus amigos para emprender la búsqueda de los mejores asientos del lado que apoyaba a Potter.

—Vaya, nunca creí ver esa faceta de Malfoy. — Luna logra articular.

—Odio admitirlo pero se ven muy buen juntos.— dice Stetson con una mirada de hastío.

Aria pone los ojos en blanco, sus amigos estaban exagerando. Malfoy no era tan malo... ¿O sí?

—¡Aria! Por aquí. — exclama Fred levantándose de su asiento, agita sus brazos por encima de su cabeza y le da codazos a su hermano George.

Singing For You [D.M] #2Where stories live. Discover now