Historia de Peppa Pig

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La gran mayoría de las personas creció disfrutando de sus caricaturas favoritas, esa hermosa infancia que jamás olvidaras recordando con gran nostalgia tus series animadas favoritas, que probablemente de vez en cuando veas un capitulo en línea para recordar esos viejos tiempos, sin embargo, no siempre todo es felicidad detrás de esa mítica serie caricaturesca, siempre existe un lado oscuro que arruinara tu infancia, y no volverás a ver de la misma forma dicha caricatura favorita, en esta ocasión les traigo una serie animada infantil que se ha vuelto muy popular en estos tiempos pero que oculta un siniestro y macabro origen, una caricatura para niños pequeños pero que probablemente estés al tanto de su existencia debido al increíble Marketing y popularidad que ha recibido por parte de su audiencia de infantes. Peppa pig, es el nombre que recibe está popular serie animada creada por Neville Astley y Mark Baker, estrenada el 31 de mayo de 2004 en el canal británico Channel 5, y que cuenta las aventuras de una cerdita llamada Peppa y su familia conformada por papá pig, mamá pig y su hermanito George. Esta es su macabra historia detrás de todo ese mundo colorido, No te olvides de apagar las luces...

La siguiente historia fue contada por un padre que, cuando recordó algunos momentos traumáticos de su infancia, los relacionó claramente con esta caricatura.

Hace aproximadamente década y media, yo vivía en una granja junto con mis padres. Solamente a unos metros de nuestra casa, vivía una familia que se dedicaba a criar cerdos, además de funcionar también como matadero. El criadero de cerdos de los Smith's, al cual, el negocio no iba demasiado bien, pues sus ventas estaban decayendo constantemente.

Lo cierto es que esa familia sólo estaba compuesta por dos miembros, Peppa Smith y su padre, Johan Smith. La madre de la niña, había sido trasladada a prisión por intentar asesinar a su marido Johan con un machete, en presencia de su hija, cuando estaba en estado de ebriedad.

Pues bueno, Peppa de la que hablamos, era mi amiga. Era una chica agradable y sumisa, a pesar de todo lo que había pasado. Tenía pecas en la cara y era algo regordeta, porque lo había heredado de su padre. Algunos días, yo acompañaba a Peppa a darle de comer a sus cerdos, de los cuales, Peppa estaba completamente encariñada con ellos y aparte tenía a sus favoritos.

Se trataba de una familia de porcinos, de la cual el macho era un animal enorme y obeso (si no recuerdo mal, Peppa decía que estaba medio ciego), y la hembra había podido tener únicamente dos crías, por ser poco fértil. Una de las crías, era un simpático cerdito, el cual, no hacía como los demás cerdos, no decía "oink", sino que solía gruñir como un demonio (o si hay algo a lo que lo podamos asociar puedo decir que a un dinosaurio), y la otra cerda era extremadamente grande, también.

Esta última había sido víctima de una mutación en el vientre de su madre, por lo que se hacía ver más grande en comparación con el resto. Peppa y yo solíamos hacer dibujos con tizas en la pared de mi granero. Un día como otro cualquiera, mientras yo y mi poca imaginación dibujábamos una flor, mi amiga estaba haciendo una especie de bosque que era un tanto extraño.

Con una tiza de color rosado, dibujó a su familia de cerdos favorita, vistiendo playeras y vestidos, cosa que hacía bastante gracia. Peppa vio que yo sonreía, y me presentó su obra de arte con una voz bastante orgullosa de sí misma: "La que ves aquí es mamá Pig. Quien está a su lado es George, y trae en sus patitas el peluche de un dinosaurio porque le gusta rugir como ellos. Luego viene Papá Pig, que lleva unas gafas porque no ve bien. Y la última se llamará...Peppa Pig, igual que yo, porque le tengo mucho aprecio y se parece bastante a mí."

A mi amiga le gustó tanto su dibujo que llamó a su padre para que lo viera. Cuando el señor Johan llegó, muy enfurecido agarró a Peppa de las trenzas y comenzó a gritarle: "¡Mocosa! ¿Cuántas veces te he dicho que no te encariñes con esos cerdos? Esta mañana he arreglado la máquina trituradora y pondré a andar la producción de carne de nuevo. ¡Esos animales putrefactos que has dibujado sobre la pared están enfermos! Mañana mismo me desharé de ellos y los venderé al carnicero."

Peppa comenzó a llorar y vino para que la abrazara, pero su padre se interpuso en el camino y se la llevó a triturar desechos para dárselas de comer a los cerdos. Estaba muy triste, podía escuchar cómo lloraba desde mi casa, cuando el padre comenzó a darle machetazos a quien ella había apodado como Peppa Pig.

Llegó a las afueras de mi granero con las manos cubiertas de sangre del animal para reunirse conmigo, y entre lágrimas y llantos, pintó con sangre el vestido de la cerdita menor, Peppa. Luego trazó a una sonrisa de color rojo sobre la tiza rosa, y dejó de llorar. Levantó la mirada hacia a mí, dio unos pasos lentos y me susurró que la acompañara a triturar el resto de desechos, porque no había acabado lo del día anterior.

La seguí, y llegamos hasta la máquina trituradora, una inmensa máquina automática de gran potencia. Mi amiga la encendió y llenó una cubeta de cosas desagradables, y se subió por medio de una pequeña escalera. Una vez arriba, la vi vaciar el apestoso contenido y pasado un rato, bajó con algo aún más apestoso.

De pronto, la máquina se detuvo. Emitía un crujido como si algo se hubiese atascado. Los poderosos engranajes habían dejado de funcionar, y Peppa, con cara de cansancio, volvió a subir para ver qué había fallado.

No sé si fue provocado debido a que estaba muy distraída o simplemente fue un accidente. Pero Peppa se encontraba con su brazo insertado dentro de la máquina, mientras la fuerza de los engranajes la empujaba hacia adentro. Desde la ranura por donde salía la espesa y apestosa pasta que ya se había combinado con su destrozada mano presa de la máquina trituradora, salía mucha sangre, la cual estaba saliendo disparada hacia todas partes. Ese momento, Peppa comenzó a gritar mi nombre y a pedirme ayuda. La escena era brutal.

Yo, preso del pánico, corrí hacia ella, pero tropecé y derribé la pequeña escalera que sostenía todavía los pies de Peppa. La chica, ya tenía triturado todo su brazo hasta el hombro, y la máquina continuaba tragando lentamente su cuerpo, mezclando su carne, sus huesos, y su sangre con la comida a triturar de los cerdos, convirtiéndola poco a poco en una masa negra enrojecida, y en un intento de apagar la máquina, me dirigí hacia la ranura de la pasta y toque todo aquello, yo sabía cómo funcionaba dicho artefacto, estaba preso del pánico... la sangre salpicaba por todos lados, llegando a mi rostro y manchando mi cuerpo de aquella masa negra enrojecida en la cual se estaba convirtiendo mi dulce e inocente amiga.

Yo sólo escuchaba los gritos horribles de Peppa, que todavía seguía con vida. Eran los gritos más desgarradores que había oído nunca. Pero de pronto, pararon. La máquina había engullido todo el cuerpo de Peppa. Yo estaba en shock, no sabía qué hacer, así que salí llorando por la puerta, cuando unas manos me apartaron rápidamente. Eran mis padres junto a Johan, quienes habían acudido al escuchar la escena.

El padre de Peppa vio las piernas de su hija colgar desde la parte superior del triturador automático. Tiró con fuerza, como si quisiera salvarla de la máquina, pero la máquina, ya casi atascada, no dejaba de trabajar, proporcionando esa pasta ensangrentada de lo que quedaba de ella.

Mis padres me llevaron rápidamente a casa, pidiendo que lo olvidara, cuando lo lógico era preguntarme por qué había sucedido todo.

A la noche siguiente, el cuerpo de Johan Smith fue encontrado en la pared de mi granero. Su rostro había sido desfigurado por una escopeta que había sido disparada entre sus ojos. El padre se había suicidado a los pies del dibujo de su hija.

La sangre era muy oscura, como la tierra, haciendo que la familia de cerdos yaciera sobre auténtico lodo, ya que los cerdos aman revolcarse ahí. Cuando pude asomarme, los policías se encontraban evaluando el lugar de los acontecimientos. Había un reportero que me entrevistó y me pidió detalles del asunto.

Poco después, nos enteramos de que la historia la habían tomado los creadores de la serie que se daría a conocer póstumamente, mostrando el día a día de la simpática cerdita, llamada Peppa, que vive feliz junto a su encantadora familia, en las colinas...

Atrévete a LEER!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora