Daydreamer

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>Narra Phill

Conducía mi Porche hacia la nueva disquera que había abierto la compañía hacía ya unos meses; tocaba inspección y chequeo.

-Mierda... odio hacer esto.

Pensé que unirme a la compañía seria tocar música todo el tiempo, pero no, solo los primeros meses toque música con algunos famosos, pero ahora me ascendieron a ejecutivo y no salgo de mi oficina más que a hacer estos chequeos rutinarios cada mes.

Puse un segundo la radio; siempre escuchaba el CD que Christina Aguilera me había regalado en persona y también el de Beyoncé. Había conocido a tanta gente en estos tres años. Tenia tantos amigos y tantas chicas que querían una relación conmigo, pero jamás pude querer a nadie; no como a Delly, la extrañaba tanto.

Me había dado cuenta que unos años atrás sacó un disco genial: lo tenía en una de las repisas de mi casa, nunca lo abrí. Me sentía tan orgulloso de mi chica. Ella había despegado y ahora estaba en pleno vuelo hacia el más grande de los éxitos.

La radio solo decías noticias y cortes comerciales cuando llegué a la nueva disquera.

Bajé del auto y tome mi maletín para comenzar a caminar hacia la puerta. Un hombre unos cincuenta años me abrió la puerta y me dio la bienvenida.

-Pase joven Philip.

Sonreí y le di la mano al buen hombre: -Dígame Phill, odio mi nombre completo.

Ambos reímos y me dispuse a caminar hacia adentro del edificio. Caminé unos segundos por unos pasillos.

-Caballero, mi nombre es Chloe Ridchman, asistente personal del señor Evans; él lo espera en su oficina.

No me dio tiempo de responder cuando ya me encaminaba a la oficina del señor Evans. Llegamos hasta una enorme puerta negra, la cual fue abierta por la delgada rubia que me guiaba.

-Señor Evans, el señor Front está aquí.

-Gracias Chloe, déjanos solos un momento.

La rubia salió de la habitación y el hombre se dio la vuelta en la silla.

-Señor Front, que gusto tenerlo como invitado, pase, tome asiento.

Hice lo que el hombre blanco y cabeza calva me ordenó. Estaba frente a él, sus ojos verdes me penetraban, ese hombre me intimido a pesar de ser algo viejo.

-Mucho gusto señor Evans, puede llamarme Phill, seré su socio desde hoy para apoyar su disquera y sus nuevos proyectos por parte de la compañía, si me permite voy a mostrarle las gráficas de finanzas que la compañía...

Fui interrumpido por Evans el cual comenzó a hablar: -Bien Phill, sé que vas a comenzar con tu discurso de cobranzas y esas cosas de negocio, que acá entre nos, me tienen cansado... Veras Phill...- el hombre se puso de pie y comenzó a caminar viendo por la ventana. -No es casualidad que tú seas el socio en este negocio, tampoco es casualidad que yo te conozca más de lo que crees.

Estaba sumamente confundido, ¿qué tramaba este calvo?

-Perdón Señor Evans, no comprendo lo que quiere decir con eso...

Evans se acercó al escritorio y saco de uno de los cajones un portarretratos color marrón al parecer de madera, un poco gastado, tal vez por el tiempo. Lo puso sobre la mesa, no podía ver la foto aun pues estaba había el lado contrario en el que me encontraba.

-Mi nombre es Mark Evans...- Volteó la fotografía y en ella había una pequeña niña rubia y de ojos verdes sobre la rodilla de un hombre que al parecer era él. -La pequeña niña que vez ahí; es la hija de tu adorada tía Penny Adkins.- Estaba más que asombrado, las palabras se me fueron de la boca, no sabía que decir. -Tu y yo sabemos que tú y mi hija Adele no son familia realmente, pero es como si lo fueran... así que te traje hasta aquí para que tú me ayudes a derrocar a esta hermosa señorita, que hoy en día es un bella mujer y un día me mandó al diablo.

La sorpresa estaba todavía presente en mi garganta; según la tía Penny, Mark Evans las había abandonado cuando Adele era solo un pequeña. Solo se esfumó y jamás apareció de nuevo. Tal vez él buscó a Adele hace poco y lo mando al carajo como solo Adele sabe.

Me puse de pie y tomé mi maletín: -Señor Evans, según tengo entendido, el que menos debe estar ofendido es usted, ambos sabemos de qué hablo; si Adele no tuvo la reacción que usted esperaba al conocer al hombre que le dio la vida y luego huyó como un cobarde, es porque ella tiene más dignidad que la valentía que usted tuvo para criar a un ser tan maravilloso como lo es la hija que usted jamás supo aprovechar... Así que de ninguna manera estoy de acuerdo con "derrocar" el triunfo que Adele ha logrado, con sudor y lágrimas... me retiro.

Me di la media vuelta e iba abrir la puerta cuando comenzó a hablar de nuevo.

-¡Oh joven Front! Al parecer la conociste... y al saber que la misma sangre no corre por las venas de ambos... ¡Te enamoraste de mi hija!- Voltee a mirarlo una vez más, ese hombre era mucho más listo de lo que pensé o sus intenciones eran más frías y viles de lo que me hubiese imaginado. -Tú vas a hacer lo que yo diga, si no es que quieres perder todo lo que has logrado hasta ahora... Todos tus vienes, tu trabajo y hasta tu dignidad van a quedar en la nada.

Me acerqué al hombre y le dije: -Jamás en la vida voy a apoyar su vil objetivo, señor Evans, aun y me quede en la ruina.- Volví a la puerta y antes de salir finalice mis palabras. - Además no creo que exista una manera de derrocar el éxito tan grande que Adele está logrando... Ni siquiera encontrando a una artista nueva y pagando millones para que alcance tal éxito como el de Adele... Así que ni sueñe con eso señor Evans... Adele ya está muy alto para usted.

Cerré la puerta y caminé hacia mi auto. Ni siquiera puse atención a la despedida que la rubia me brindó. Llegué a mi auto y tomé mi teléfono. Llame a mi agente para que me apartara un boleto de avión hasta Londres.

Tenía que encontrar a Adele, necesitaba protegerla.



*CAPÍTULO LARGOOOOO*

*2.22K AHSUHBDUSHB LOS AMOOOO!!*

*GRACIAS FUCKING LECTORES HERMOSOS! XD*

HELLO IWhere stories live. Discover now