Set Fire To The Rain

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>Narra Adele

-Que triste seria que la exitosa y bella Adele de pronto decidiera dejar la música, por depresión o alguna cosa que se le ocurra a la prensa inventar para proteger a la disquera... ¿No crees? Sobre todo porque tu gran amor... ¿cuál era su nombre? ¡Phill! Él va a llevar mucho peso sobre él gracias a ti.-  Mark se puso en frente a mi agachado y me dijo viéndome a los ojos: -No hay una persona que me rechace y no pierda nada, querida hija.
Mi corazón estaba al mil por hora, quería matarlo en ese momento.
-¿Qué tiene que ver Phill con esto? ¡Él no tiene cabida con esto! Mierda ¿Qué carajos quieres de mi? ¡Yo no te he hecho nada! ¿O a caso esperabas que después de abandonarme a mi y a mamá, te recibiera con todo el amor del mundo? Estas muy equivocado si crees que alguien es sus cinco sentidos haría algo así.

Se puso de pie y salio por la puerta, a lo lejos escuché que le decía a uno de los hombres que me dieran comida y agua, pero que por ningún motivo me dejaran escapar.

De inmediato comencé a pensar en como salir de ahí. Comencé a pensar y primero tenia que saber donde estaba.
De repente recordé la habitación de algún ligar en mis recuerdos.
Una vez le habían hecho una entrevista a Mark para el noticiero sobre su nuevo proyecto de una disquera en Londres y ese era el lugar donde yo me encontraba.

Frente a mi, a unos tres metros estaba una mesa de madera y sobre ella estaban mis zapatos y el teléfono que llevaba conmigo cuando fui raptada.

-¡Oh por Dios! Mi teléfono.

Tenía que llegar de alguna forma hasta el teléfono, pero estaba atada de manos y pies. Así que con nada de dignidad me tiré al piso y comencé a arrastrarme lo mas rápido que podía.
Llegué a la mesa y presté oído a que no estuviera nadie cerca, pero no se escuchaba nadie y por debajo de la puerta no se veía nadie.
Metí mis piernas bajo la mesa lo suficiente para hacerla caer sobre sin lastimar mas que un poco mi estómago por la caída.

Los zapatos hicieron ruido al caer al igual que el teléfono que de milagro no se desarmó al caer.
Me volteé para tomar el teléfono con la boca y abrirlo. Por alguna razón no podía pensar en nadie mas que en Phill e inconscientemente su número fue el que con dificultad mi lengua marcó.

*-¿Hola? ¿Adele en serio eres tú?*

De pronto la puerta se abrió.

HELLO IWhere stories live. Discover now