Extra 4.5 - Las cartas de un tonto

1.3K 126 42
                                    

Capítulo 4.5 Extra

"Las cartas de un tonto".

Contemplando la oscuridad de la noche, el segundo hermano de la familia Matsuno se retorcía en el futon sin poder dormir. Parecía que sería imposible después de los eventos que habían ocurrido tan sólo unas horas antes. La ansiedad se apoderó de él mientras pensaba en qué es lo que pasaría al día siguiente. Era imposible sacarse aquél sentimiento de culpa que lo estaba carcomiendo.

Miró al reloj, eran las 5:00 a.m. y se corrigió a sí mismo; no sabía que es lo que pasaría en menos de un par de horas. Sabía que no podría conciliar el sueño por más que lo intentara, así que se levantó como si fuese a ir al baño siendo cuidadoso de no despertar al resto de sus hermanos que dormían plácidamente junto a él.

Tenía aún una hora para que comenzara a salir el sol, y tal vez una hora más para prepararse para encarar lo que tuviera que enfrentar.

Como si una chispa hubiera iluminado su cabeza, se acercó al clóset donde ocultaba sus objetos personales y sacó una caja de cartón de color azul. Salió de la habitación en silencio y al llegar a la cocina, encendió la luz y buscó en el refrigerador una lata de cerveza. No era el mejor bebedor pero realmente necesitaba aquella bebida para tranquilizarse.

Con la caja y la lata en manos, se las arregló para salir a la terraza de la habitación sin despertar a sus hermanos. Una vez ahí se dispuso a abrir la lata y le dio un sorbo. Después, abrió aquella caja que tenía sobre su regazo. Estaba llena de cartas. Eran aquellas cartas que siempre ponía en su caña de pescar o que llevaba consigo para mantenerse siempre cool. Siempre bromeando con que quería pescar un pez koi, y haciendo referencia a atrapar el amor. Podía ser bastante cursi y ridículo en ocasiones, aunque para él era motivo de orgullo.

Suspiró antes de meter una mano en la caja y sacar varias cartas. Aquellas tenían un número en el sobre.

'Número 35, número 78, número 54...', dijo en voz alta y volvió a suspirar. Volvió a meter aquellas cartas dentro de la caja.

Revisó, saltándose algunas que no tenían número, pues sabía que esas estaban llenas de poemas cursis y frases galantes que había escuchado en canciones o en la televisión, y al final encontró aquella que tenía el "Número 1". Abrió el sobre cuidando que la estampa con forma de corazón que la mantenía cerrada no se dañara y se dispuso a leerla.

Querido hermano mayor:

No sabía cómo hacerte llegar mis sentimientos pero al final he decidido escribirte una carta. Probablemente no seré capaz de dártela pues el miedo que siento es muy grande. Tengo miedo de que si la lees comiences a odiarme y pienses que estoy mal de la cabeza. No quiero que pienses mal de mí, simplemente quiero decirte lo mucho que te amo.

Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo.

No puedo evitar tener este tipo de sentimientos por ti a pesar de que somos hermanos, así que te pido que por favor me entiendas.

Por cierto, este amor no es una equivocación o una confusión. Llevo preguntándome por años qué era éste sentimiento que tenía en mi pecho cada vez que veía tu sonrisa. De verdad, TE AMO. Podría escribirlo mil veces y no alcanzaría para expresar lo grande que es este amor que siento.

Finalmente, quiero decir que aunque jamás sabrás lo mucho que te amo, le pido al cielo y al infierno que por favor sea capaz de estar a tu lado por siempre.

Atentamente: Karamatsu

Al leer el escrito, el pelinegro sonrió como un tonto. Revisó la fecha y recordó que aquella carta la escribió cuando estaba en su primer año de secundaria. Cuando recién había notado lo que sentía por el mayor y quería liberarse un poco de la carga de aquellos sentimientos. Fue increíble pensar que a pesar de que ya habían pasado más de 10 años, aún conservara los mismos sentimientos que en aquél entonces.

Los tontos se enamoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora