Los tontos pueden soñar - Parte Dos

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Advertencia: El siguiente capítulo contiene escenas lemon así que tengan discreción a la hora de leer. Por su atención, gracias.

Capítulo 9 – Parte 2

"Los tontos pueden soñar".

-.-

PARTE 2

El tercer hermano estaba caminando por los pasillos de las habitaciones con una bolsa de papel en las manos.

Andando a la caza.

– ¡Ah, Osomatsu-niisan! -Llamó al mayor pues era a quien buscaba.

El mayor de los sextillizos se encontraba a escasos pasos de la entrada de aquella nueva casa en la que vivían, y a pesar de ver que el tercero le llamaba, dio la media vuelta y echó a correr.

– ¿O-Osomatsu-niisan?

Aquello dejó estático al de verde quien se preguntaba el porqué de aquél extraño comportamiento del mayor.

– ¿Qué ocurre, brother? -Preguntó Karamatsu quien miró desde dentro de la casa a Choromatsu que seguía mirando cabizbajo hacia afuera, justo el camino por el que había huido el de rojo.

– Ah, Karamatsu-niisan... Es que... Llamé a Osomatsu-niisan y se echó a correr apenas me vio... -Dijo con gesto lastimero.

A Karamatsu jamás le agradaron aquellas expresiones que el tercero ponía, pues sabía que eran causadas por el mayor. Aquella espina de envidia, clavada en su pecho, le había molestado durante toda su vida. Choromatsu era uno de sus preciados hermanos menores y uno que al menos fingía preocupación por él... y, aun así, no podía evitar sentir aquel sentimiento negativo surgiendo desde su pecho. Aquel rostro lleno de preocupación le causaba una sensación llena de ansias y celos. No le tomó importancia a aquel sentimiento infundado pues podía imaginar el por qué la acción del mayor.

Ohh, brother... Creo que sé el por qué Osomatsu te está evadiendo.

– ¿M-me está evadiendo? -Preguntó sorprendido el menor.

– Pues... ¿Puedo confesarte algo sin que te enojes?

Aquella pregunta hizo suspirar a Choromatsu, quien al final asintió, esperando por la respuesta que le daría el doloroso.

Karamatsu le contó que la noche anterior -o al menos pensaba que era la noche anterior debido a la falta de día y noche-, tanto Osomatsu como él habían escuchado como el menor había tenido una acalorada y apasionante noche con su futura esposa.

– ¿Q-qué? ¿A-así que es por eso? -Choromatsu estaba rojo de vergüenza. Trataba de hablar con normalidad, sin alterarse y fingiendo que aquello no le afectaba.– Y-ya veo... T-tendré cuidado de ahora en adelante...

– No te preocupes... Es natural ya que es la flower que decidiste que cuidarás y regarás con todo tu love. Aunque tenga la cara de Dayon... -Dijo con su típica y asquerosa vocecilla que trataba de sonar cool y que tanto desagradaba al resto, tratando de aligerar la tensión del ambiente, aunque también se dio el permiso de soltar al final una broma cruel.

– Ugh... -Choromatsu hizo una mueca de repulsión, pero al mismo tiempo pareció tranquilizarse. Estiró sus brazos y finalizó la conversación.– Debo irme, la boda será simple pero tenemos que preparar todo. Toma, dale esto a Osomatsu-niisan.

Choromatsu le entregó aquella bolsa de papel, que tenía en sus manos, a Karamatsu. Después de aquello, Karamatsu vio como daba la media vuelta y se iba, completamente avergonzado, pues seguro recordó que había sido pillado in fraganti. Revisó dentro de la bolsa de papel, encontrando un juego de Mahjong. No pudo evitar hacer una mueca debido a todo.

Los tontos se enamoranWhere stories live. Discover now