Capitulo 11: Malditamente mío.

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Y a partir de aquél día nació el William que todos y todas conocemos, el cubo de hielo, corazón de roca, trabajólico, y si, imbécil, no puedo negarlo, pero tampoco es como si se lo dijera, así que es un secreto, no se lo digan.

Supe llevar esto bastante bien, supongo.
William y yo fuimos compañeros en las recolecciones durante mucho tiempo, cuando menos me di cuenta ya habían pasado 20 años desde aquella plática a mediados de diciembre que, en vez de enterrar cualquier esperanza de volver con él, las volvieron ardientes, vivas, y gracias a esas esperanzas soporté muchísimo tiempo con este William diferente.
Si, fue como si todo lo pasado nunca hubiera sucedido, a mi parecer hubiera preferido que él me tratara como un viejo amigo, pero se aferró a su nueva frialdad y puso distancia entre nosotros como si de verdad apenas nos conociéramos.
Era divertido molestarlo con mis coqueteos o ponerlo celoso, y cuando estábamos solos me dejaba estar más cerca de él de lo que sería políticamente normal, o las veces que llegué a robarle besos en los labios solo se limitaba a mirarme falsamente molesto. Pero solo eso. Falso.
Yo sabía que Will me amaba, y me dejó muy claro el por qué no estaba conmigo, sin embargo... mis energías para seguir luchando por él se apagaban lenta, amargamente.

Año tras año le regalé cosas el día 16 de diciembre, fecha que catalogué como nuestro día.
Pero todos los regalos fueron devueltos tal como los envié.

Me iba cansando con el paso de los años, era como morir con lentitud, y ciertamente yo no iba a mantener el celibato por culpa de un hombre que no me tocaría ni dejaría tocarle posiblemente nunca. Mi vida llena de aventuras volvió.

Fui promiscuo porque nunca encontré lo que buscaba. Amor.

Y de ahí en más ustedes ya saben que pasó, William y yo pasamos del amor al odio, de ser íntimos a volvernos unos desconocidos, y de la luz a la oscuridad.

Así ha sido mi vida, amarga, mayormente, y después del incidente de mi querida Ann me odia mucho más, y quisiera entender por qué, ya que él no tenía sentimientos amorosos hacia mí, y en algún momento creí que seguía amándome, –Otra ilusión más

Y oh, la época de mi querido Sebastian fue de las mejores en mi opinión, William todo el tiempo estaba enojado, frunciendo el ceño de esa manera hermosa que siempre me enamora, regañando a todo mundo y siempre diciendo "Tiempo extra"... si, ese fue el William que me tocó ver por aquellos años. Sebastian, recuerdo haber fornicado con él varias veces, y con algunos otros demonios más, pero eso es algo que William no debe saber. Aunque, de igual forma todo acabó cuando el mocoso, mi casi sobrino, Phantomhive, por fin se decidió a tener una relación con su mayordomo y largarse a algún punto desconocido del planeta. La verdad no me importa, Sebastian solo era un polvo de una noche que se extendió cuando se me fue de las manos la situación. Pero una vez solo y sin un demonio al acecho, William volvió a su modus normal, ya no regañaba a todos, ya no le ponía tiempo extra a cualquiera que se le cruzaba por enfrente, y aunque siempre pusiera esa expresión de fastidio (La cual fue motivo de múltiples orgasmos míos) se veía notablemente más relajado. Seguía odiándome, eso lo tenía claro, pero todo volvía a ser más tranquilo.

Y en la actualidad comienzo a temer que deje ese sentimiento de odio y simplemente me olvide. Es... terriblemente doloroso. Siento que debo dejarlo ir junto con esta montaña de sentimientos dolorosos y tristes que me han hecho llorar tantas veces pero cada vez que lo intentaba en el pasado él hacía algo que me daba falsas ilusiones y volvía a caer en sus redes, y aunque siempre supe que él hizo todo eso a propósito para mantenerme junto a él –O mejor dicho, en el trabajo– yo no fui lo suficientemente fuerte como para alejarme de él.

Confusión [Grelliam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora