Capitulo 12: ¿Y apenas comenzamos?

230 14 7
                                    


– ¿A dónde vamos? –Pregunta al fin cuando estoy abriendo un portal.

–Te llevo a mi casa.

Le obligo a pasar frente al portal a base de empujones y así lo arrastro hacia el baño de mi casa para que se dé una ducha. Me mira riéndose de mí pero yo solo le frunzo el ceño mientras que de la maleta que llevo saco unos vaqueros negros y una camiseta blanca que estoy seguro de que le quedan. Voy saliendo del baño pero él no parece captar la idea porque me observa fijamente. Le señalo el grifo de la ducha y él niega con la cabeza mientras ríe y se quita la chaqueta gris.
Bien, yo no puedo ver cómo se desviste, me va a dar un orgasmo.
Me voy del baño tapándome los ojos para no verlo más y me dirijo a mi cocina para prepararle algo decente a este hombre que seguramente ha comido nada más que chucherías por días.

__________________
WILLIAM T. SPEARS
__________________

Tengo apoyada mi frente sobre las baldosas de la pared mientras que siento cómo las gotas de agua fría caen sobre mi cuerpo y se lleva el jabón consigo. Pero además de eso se está llevando días de descuidos míos, de mi miseria, mi dolor, y por supuesto que se está llevando todo rastro del hombre ebrio que le ha gritado a Grell hace apenas unos minutos.
Estoy cansado de todo, del mundo, de las personas, de la muerte. Necesito deshacerme del dolor que en este momento yace en mí y que me consume con una severa lentitud.

Cierro el grifo después de unos minutos porque a pesar de haber acabado rápido me quedé perdido en mis pensamientos caóticos.
No le he escuchado entrar, pero Grell ha dejado una toalla negra para mí mientras me duchaba; me la coloco alrededor de mi cintura y me veo al espejo. Estoy hecho una mierda, mi cuerpo está más delgado que antes y me hace falta rasurarme para volver a parecer un hombre normal, pero mis ganas para volver a cuidar mi aspecto son casi nulas.

Me visto y salgo del baño. Tengo que agradecer el hecho de que Grell sepa hasta mi talla de calzoncillos porque esto me queda perfectamente bien, aunque honestamente creo que debería asustarme eso.
El aroma a comida me guía hasta la cocina donde me encuentro con la visión más excitante que cualquier otro hombre quisiera tener, Grell vestido de esa manera provocativa, utilizando un mandil y moviendo su cadera al ritmo de una canción que tararea mientras cocina, ¿Qué no se para a pensar este hombre en los problemas que me causa aquí abajo? No, esa es su intención, según me dijo. Debo empezar a cuidar la manera que se viste ahora que tengo un poco de tiempo libre, no puedo permitir que los hombres perversos de las calles toquen lo que es mío.

Tomo asiento en la barra que hay en la cocina y le veo desde ahí, contoneándose como una danza sensual solo para mí. Jodidamente no sabe lo que causa.

–Si me sigues mirando no me podré concentrar en lo que hago. –Me dice enojado sin voltearme a ver. Amo cuando se enoja.

–Si dejas de moverte de esa manera yo dejaré de mirarte. –Digo simplemente.

–Sigues ebrio... –Murmura, pero le oigo.

–Solo digo la verdad.

–Deja de burlarte de mí. –Su voz es más seria ahora, pero se quiebra al final. No, no.

– ¿Burlarme? –Me pongo de pie y camino hasta llegar detrás de él.

–He pasado toda una vida pidiéndote atención...

–Y ahora te la estoy dando. –Digo exasperado. Entiendo que Grell parezca toda una bella mujer, pero de eso a que también sea dramático como ellas...

–Ese es el problema, es natural que piense que te estás burlando de mi cuando siempre me has rechazado. –Se voltea hacia mí frunciendo el entrecejo y con los ojos llorosos.

Confusión [Grelliam]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang