Prólogo

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Mi vestido color carmesí se movía, ante los fríos vientos de diciembre.

Mi hermana Susan se encontraba con uno de sus números novios. Tome mi libro y salí al jardín, donde se encontraba mi madre seria, con la mirada fija en el piso, eso significaba que estaba mal, como siempre.

¿Que te pasa mamá? pregunte acercándome a ella—. ¿Te sientes mal?

Ya estoy harta de esto, si solo hubiera nacido con dinero como tú, chiquilla, no tendría que haberme casado con un hombre que no amo dijo histérica—.
¡Vete, dejame sola!

Mis ojos se llenaron de lágrimas, al escuchar eso, salí corriendo hasta adentrarme en la casa, cada día mi madre está mas mal, a pesar de tener tan sólo 12 años entiendo toda la situación.

Mis sollozos se escucharon en toda la sala y se escuchó el sonido de como la puerta se abría, lo que significaba que mi padre había llegado.

¿Por que estas llorando? pregunto fastidiado.

Solo me entró algo en el ojo y me rasque dije tratando de ocultarlo.

Si mi padre se daba cuenta, que mi madre estaba molesta o decepcionada, armaba un gran escándalo en la casa.

Sabía que mi madre no amaba a mi padre, este si lo hacía, siempre le decía que por que no lo hacia, le daba todo y ¿Por qué no lo hace?

Desde pequeña escuche eso, pero nunca acabo, mi madre nunca llegará a amar a mi padre, solo quisiera algún día, irme de la casa, así no poder escuchar mas sus escándalos y por fin tener paz.

Trate de abrazar a mi padre, así calmar mis sollozos y sentir sus calidos brazos, pero este solo quitó mis manos con asco y salió dando zancadas hasta el patio, a por mi madre.

No quería oír lo mismo otra vez, solo peleas, me fui al patio trasero el cual siempre se encuentra vacío, con tranquilidad, en el cual puedo escapar de mi hermana y de mis padres.

Es mi escondite secreto, donde puedo llorar y desahogarme sin que nadie me juzgué, ni moleste.

Camine hasta la pequeña banca en medio de las rosas, me senté y arranque una rosa, sus espinas rasguñaron mis manos.

La tome y olí el exquisito olor de la rosa. Solo quisiera tener una persona que me ame y valore, mi madre siempre dice que tengo dinero, pero lamentablemente no soy feliz.

La rosa emanaba un exquisito olor, recordándome los numerosos libros acerca de las flores, que he leído. En cual las rosas blancas simbolizan el color de la pureza y la inocencia. Demostrando un amor limpió.

Sólo me pregunto si alguien me llegará amar, de parte de mi familia solo recibo desprecios y rechazos, cada día de mi vida.

Mire a la flor, la apreté fuerte y cerré los ojos, deseando llegar a salir de este infierno, lo más pronto posible.

Hola bienvenidos a esta hermosa historia nuevamente.

Espero les guste, comenten su opinión sobre esta, se los agradecería. 😃😄😘

El Posesivo Millonario Where stories live. Discover now