Capítulo 9: Depravado

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-Estas son las nuevas escaleras -dijo el trabajador orgulloso de el maravilloso trabajo en esta.

La explosión fue en él primer piso, muchas personas salieron heridas, muy pocos estuvieron graves y uno de ellos fue Wilson.

Wilson subió estas, yo subí un escalón pero estaba algo resbalosa.

-Cuidado al subir -dijo el señor.

-Esta bien, gracias -dije subiendo con cuidado.

La construcción y armonía de la empresa es sinceramente mil veces mejor.

Wilson subió él ultimo escalón, resignado de subir con lentitud con terquedad hizo lo que quiso como siempre lo hace.

Su pie piso el escalón con rapidez, pero este tropezó haciéndolo tambalearse, subí unos escalones tratando de ayudarlo, pero este me hizo una señal que estaba bien, tomo él barandal y trato de bajar las escaleras, evitando una caída, pero este sin prestar atención resbalo nuevamente haciéndolo finalmente caer.

...

-Ya llegamos -dijo.

Me moví con negación, no tengo ni una pizca de ganas de bajar del auto.

-Vamos -dijo.

Con la mirada en otro lugar menos en lo principal tomo mi brazo, lo que hizo que un chillido nada agradable brotara de mis labios con amargura, inhale y exhale tratando de aliviar él dolor que causó.

El yeso blanco de mi brazo hacia que en esa área de picara, lo cual lo hacia mas que insoportable, más bien horrible.

Salí del auto sin ganas, solo quiero entrar rápido a la casa, me duelen mis piernas y tengo un brazo roto, creó que me han pasado muchas cosas en menos de un año, debería tener un récord.

El chofer saco las maletas y tome mi equipaje.

-Dejame ayudarte -dijo acercándose Wilson.

Le entregue la maleta y agarre él bolso y otras cosas, entre con rápidamente, el vigilante se encontraba serio y sin expresión.

-Buenas -dije.

Él solo respondió lo mismo y siguió con lo suyo, apreté él botón del ascensor y abrió sus puertas en minutos, me adentre en él y espere a Wilson, este entro sin decir una sola palabra, apretó nuestro piso, en segundos se abrieron las puertas y entre casi corriendo.

Deje los bolsos en la habitación y me devolví a ver la nota que me percate cuando lleve, camine hasta la nevera y quite la nota.

La leí y esta decía que las empleadas se encontraban haciendo la compra de la alacena, deje la nota y sentí su presencia como un instinto.

-Estamos solos -dijo con picardía.

Wilaon tomo mi cintura hasta llegar a cargarme, se apoyo en la pared y acosté mi cabeza en su cuello, mientras el tomaba mi espalda con sumo cuidado, mis sentimientos se descontrolaron creando un alboroto fascinantemente hermoso, sentía como mi rostro tomaba temperatura, Wilson me subió mas hasta llegar a la altura de su rostro, dejo besos en este, podía sentir los carnosos y finos labios, estaban extremadamente calientes y suaves, dejo besos en cada parte, el intenso azul solo me embriagaba más y su cuerpo contra el mio hacia que jadeara por más cariño. Su barba rozaba todo mi cara, una sonrisa tímida y sumamente cálida se formo en mi rostro, Wilson sonrió y se veía como disfrutaba.

El Posesivo Millonario Where stories live. Discover now