Capítulo 19: Especial Navideño

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Wilson

Hace unas horas habíamos llegado, ahora vamos hasta una cabaña donde todos los años nuestra familia se reúne, sinceramente tenía muchos años que no asistía, para mi la navidad no tenía importancia, la veía como un día más, pero ahora que ya no estoy solo y tengo familia, la cual es Clara obviamente.

Este año me preocupe mucho por organizar estas fechas, quiero que nuestra primera navidad juntos sea inolvidable.

Son las nueve de la mañana y nos falta una hora para llegar, Clara esta durmiendo, estoy feliz porque fue la primera navidad donde decore, fue muy impresionante para mi asimilar la velocidad con que compramos y decoramos la casa.

A pesar del estresante vuelo no estoy cansado, estoy muy enérgico, creo que el nombrado espíritu navideño por fin me ha llegado, toda mi familia va a estar junta, por lo que van a estar todos mis sobrinos, tendré que lidiar con ellos, pero por unos días no será tan malo, Clara siempre lidia con los niños con facilidad, pero después de unas horas se cansa por completo, ella es psicóloga, pero trabaja en empresas, por lo cual no está muy amenudo con niños pequeños.

Wilson, ¿Ya llegamos?  —pregunto Clara sacándome de mis pensamientos.

—No —dije y acomodé su cabello.

Clara se volvió a arrecostar en el sillón y proseguir con su larga siesta, sonreí, ella es realmente linda, sus expresiones son muy tiernas, lo que me hace caer en sus encantos.

...

¡Clara! —grito mi madre y la abrazo.

Salude a mis hermanos y a todos mis sobrinos, algunos tíos estaban allí, mis abuelos y primos, los cuales tenía meses que no los veía, algunos más tiempo, por lo que estaba muy feliz de tener a mi familia unida.

Mi madre se le veía algo cansada, pero mucho mejor, me alegra que este su familia así tenga compañía y más ánimos, también buenos consejos de personas mayores.

Toda la familia nos dio la bienvenida alegres, los niños corrían por toda la cabaña, los gritos y carcajadas eran agradables, se podía sentir el entusiasmo por las fechas, salí de la cabaña en busca de las maletas, alquilamos cabañas para cada familia y una principal dónde pasaremos el día, abrí el maletero y saque las maletas, al bajarlas una voz me sobresalto.

—Wilson, ¿Por qué lo me avisaste para ayudarte? —dijo Clara con una sonrisa y tomo dos maletas.

Caminamos hasta nuestra cabaña y dejamos las maletas, había demasiado frío, la nieve cubría los autos y estaba comenzando a nevar, los niños salieron de la casa al apreciar que estaba comenzando a nevar y empezaron a jugar con la nieve, algunos se estaban congelando haciendo muñecos de nieve, porque se resignaban a utilizar guantes, era muy gracioso como mi tía salió corriendo a converserlos de ponérselos.

—Es muy hermoso apreciar como nieva —susurro Clara.

Sus ojos se mostraban brillosos y tenía una gran sonrisa, apreciaba como caía la nieve, sin dudarlo estaba encantada, lo cual me llenaba por completo, rodee mis brazos en su cintura y apoye mi cabeza en su hombro, su olor era exquisito y sus mejillas empezaban a tomar un color rosado, tomo mis manos y las entrelazo, suspire en su cuello, lo que hizo que se estremeciera.

—¡Wilson! —exclamó Clara y fingió estar molesta.

Se que la negación de Clara en estos casos es un completo si.

Sonreí y camine hasta la otra cabaña, el olor a chocolate caliente inundó mis fosas nasales y a Clara también, se fue disparada, sentí un poco de frío en mi espalda, observe mi abrigo y una bola de nieve estaba estrellada, Morion uno de mis primos más pequeños sonreía malicioso, devolví la sonrisa, era realmente contagiosa, tome nieve y forme una bola, la tire con fuerza y callo directo en su pecho, él niño callo y explotó en risas, mientras se revolcaba en la nieve.

—Tío, ¿Vamos a la montaña? —pregunto Sam.

Sam se encontraba muy abrigada, debo admitir que mi hermana llega a ser algo más que sobre protectora, por poco se puede mantener en pie con los abrigos que tiene, a pesar de todo se ve muy chistosa, traía toda su ropa llena de nieve y me miraba de manera amenazante como siempre, cree que soy su competencia con Clara, aunque yo se que soy el ganador.

—Llévame a tomar chocolate caliente —exclamó el pequeño Bob a Sam.

La niña lo miro de manera dulce, lo cual es muy extraño en ella.

—Si en un momento —le dijo a Bob—. Estoy convenciendo a el tío Wilson para que nos lleve a las montañas.

Susurro creyendo que no los escucharía.

Si, después de comer los llevare —dije.

Los niños sonrieron al instante y se fueron corriendo, quiero llevar a Clara a las montañas, seguro le gustará, yo también quiero tener algo de diversión.

...

Habíamos ido a las montaña, esquiamos y nos divertimos en la nieve, Clara disfruto mucho y yo también, hicimos tantas cosas hasta el cansancio, prendimos fuegos artificiales y casi causamos un incendio, tenia mucho tiempo sin divertirme de esa manera, por lo que me recordó a mi infancia.

—Wilson, ¿Ya estas listo? —pregunto Clara.

Faltaba poco para la media noche, por lo que busqué un mejor abrigo, todos estamos vestidos con suéteres navideños y sombreros, esta vez mi madre y Clara se emocionaron en exceso por la navidad.

Si, vamos falta poco —dije y tome su mano.

Fuimos hasta la entrada de la cabaña donde están todos.

Estaban bebiendo ponche de crema, la música era muy movida y alegre, la mayoría empezaron a bailar enérgicos, Clara me sonrió y tomo mi mano para bailar, era la primer vez que hacía eso, su mano era cálida y suave, nos movimos ante la enérgica canción, todos bailaban de manera extraña, mezclando miles de pasos, la más graciosa era mi tía que prácticamente estaba saltando al ritmo de la música, los niños saltaban con ella, el cálido contacto me relajaba, sonreímos ante la alegre escena.

—Ya son las doce —gritó mi abuelo alegre.

Todos fueron hasta el árbol a abrir los regalos, los niños abrían sus regalos emocionados, el papel de regalo volaba en segundos, tome mis regalos, debo admitir que estaba emocionado, Clara tomó los suyos me emocionaba su reacción a mi regalo, abrí los míos, todos se tomaron la molestia de regalarme todos los libros que quería desde hace un tiempo, son difíciles de conseguir y no sabia como hacerlo, por eso no lo había comprado, me sorprendió mucho saber que era eso, pensé que me regalaría ropa como todos los años, pero este salí con suerte.

—Todos lo compramos, Clara compro los principales y nos dio los nombres de los otros —dijo mi abuela.

Gracias —dije alegre.

Todos abrían los regalos, los que compre para todos les gustaron, los juguetes de los niños también por lo que es un alivio.

Clara se sorprendió mucho por mi regalo, miro la colección de dulces asiáticos edición especial emocionada junto con una figura de una serie que le gusta, mis familiares le regalaron muchas cosas, más que todo artículos de belleza.

Todos agradecían cada regalo, lo cual era muy lindo, Clara me abrazo de manera asfixiante.

—Gracias por conocerme tan bien y regalarme las cosas que deseaba —dijo Clara alegre.

—Gracias a ti, Clara —susurre y devolví su abrazo fuerte.

Nos dimos un pequeño beso aprovechando que cada quien estaba envelesado con sus regalos, las mejillas rojas de Clara son lo más hermoso, beso mi mejilla y sonrió, le devolví el beso nuevamente y la abrace de nuevo, ayudamos a los niños a armar sus regalos, para después cenar, hasta quedar más que llenos.

Fue una hermosa navidad, una de mis favoritas con la persona más importante en mi vida, sin duda valió la pena decorar y venir a disfrutar con la familia.




El Posesivo Millonario Where stories live. Discover now