El Posesivo Millonario

Capítulo 15: Esencial

Wilson tomo un batido que dejo ayer y se sentó en uno de los bancos.

—¿Cuando me vas a decir? —pregunte seria.

—Cuando me termine de tomar esto —dijo absorbiendo la pajita de su batido.

—Esta bien, no es necesario —dije ya harta.

Camine dando zancadas, mientras Wilson seguía bebiendo, lo mire fulminante y camine con paso lento.

—¡Ya termine! —dijo levantándose.

—Ya no importa —dije molesta.

Sin darle importancia subi hasta la habitación, me quite los zapatos y los guarde, tome mi ropa interior del armario, un suéter y un pantalón.

Entre al baño y cerré la puerta, el ruido de la puerta de la habitación me sobresalto.

—Clara, podrías escucharme —dijo desesperado.

Abrí la puerta del baño lentamente y él la abrió en un instante, tomo mi brazo con dulzura hasta llegar a mis manos y entrelazarlas con las suyas, la calidez recorría mi cuerpo como un liquido entre venas, mi rostro tomaba calor y mi corazón latía descontrolado al sentir la intensa mirada fija en mi rostro, el suave y apasionado azul cielo me hacia olvidar todo por completo, sus manos llevaron las mías a su cintura, mientras la luz iluminaba su rostro, mostrando sus facciones relajadas y a la vez preocupadas.

—¿Ya me vas a escuchar? —pregunto cerca de mi rostro.

—Solo si me dices lo de la carta primero —dije en un susurro.

Wilson suspiró y se mostró más preocupado, lo que me hacia que mis manos sudaran entre las suyas.

—Estaba en mi bolsillo, no se quien la puso allí, en ese momento estaba apunto de hablar con Jackson, por eso no me dio tiempo de buscar quien la puso  —dijo sobando mis manos.

—No te preocupes, pero ¿Que te dijo Jackson? —pregunte mas relajada.

—Hasta entraste en una crisis solo para decir no te preocupes —dijo desorientado.

No pude evitar sonreír al escuchar eso, realmente me preocupa, pero a pesar de todo lo que ha pasado, Wilson ha demostrado lo sincero que es, por eso mismo ahora creo más en sus palabras.

—Es porque se, que estas diciendo la verdad —dije mirándolo fijamente.

—Aveces no te entiendo, pero me alegra saber eso —dijo mostrando su hermosa sonrisa y después se mostró serio—. Solo discutí con él, pero te aseguró que no se volverá a entrometer.